Géneros de distorsiones cognitivas Meditar en ?todo o nada? o dicotómica. Generalización excesiva. Filtro mental o abstracción selectiva. Personalización. Lectura de la cabeza. Ampliación y Minimización. Pensamiento catastrófico. Razonamiento sensible. ¿Mas cosas?
Las distorsiones cognitivas son maneras de pensamiento deficientes que nos persuaden de una situación que sencillamente no es alguna.
¿De qué manera detectar las distorsiones cognitivas?
Las distorsiones cognitivas son formas en las que nuestro pensamiento puede distorsionarse o continuar patrones irracionales. Tiende a ser inconsciente y automático.
Desechar lo positivo
Menospreciar lo positivo es como filtrar la cabeza. La primordial diferencia es que lo descartas como inútil en el momento en que piensas en los puntos positivos. Por poner un ejemplo, si alguien te felicita por de qué manera te ves el día de hoy, consideras que solo es amable. O si su jefe le afirma qué tan terminado fue su informe, lo desecha como algo que cualquier otra persona podría llevar a cabo. Si te va bien en esa entrevista de trabajo, piensas que es por el hecho de que no se dieron cuenta de que no eres tan bueno.
Al sacar conclusiones precipitadas, interpreta de manera negativa un acontecimiento o situación sin prueba que respalde esa conclusión. Entonces, tiene una reacción a tu corazonada.
Interpretación del pensamiento
Caemos en esta distorsión del pensamiento en el momento en que suponemos acertar lo que opínan el resto, o en el momento en que conocemos a la perfección sus fundamentos y también pretenciones ocultos…
En verdad, de forma frecuente se oculta tras este estilo de pensamiento un mecanismo de defensa llamado «proyección» a través de el que imaginas que otra gente sienten y reaccionan del mismo modo que tú. Es tal y como si nos pusiésemos en la piel del resto y les atribuyéramos exactamente los mismos pensamientos y hábitos que tendríamos si fuésemos ellos.
Las distorsiones cognitivas mucho más usuales
- Pensamiento polarizado o dicotómico: se interpretan las ocasiones y se evalúa a la gente completamente sin contemplar opciones medias. Por poner un ejemplo: «siempre y en todo momento estoy solo», «no te importa todo»…
- Personalización: radica en meditar que toda la atención del resto se enfoca en uno mismo.
- Sobregeneralización: se extrapolan conclusiones de un hecho especial a todas y cada una de las ocasiones generalmente.
- Filtrado o abstracción selectiva: centrarse en ciertos puntos, en general negativos, de una situación, ignorando otras caracteristicas importantes para interpretarla adecuadamente. Por poner un ejemplo: nos llega retroalimentación en el trabajo resaltando diez puntos positivos y uno negativo y centramos toda nuestra atención en lo negativo, sintiéndonos consecuentemente frustrados.
- Magnificación: Radica en exagerar una situación o sensación. Por poner un ejemplo: “o sea molesto”, “estoy cansado”, “no puedo mucho más”…
- Lectura del pensamiento: aceptamos los pensamientos o pretenciones negativas de otra gente, sin prueba. Por poner un ejemplo: «Estoy convencido de que se está riendo de mí».
- Etiquetar: Evaluar a la persona en su grupo por un preciso accionar. Clasificar poniendo adjetivos inamovibles a nuestra forma de ser, en vez de detallar el accionar de la persona. Por servirnos de un ejemplo: «Soy un fracaso» en vez de «Me equivoqué».
- “Debería”: ofuscarse con lo que “habría de ser” en vez de admitir la verdad. Esta clase de distorsión les pasa a la gente con reglas recias y rigurosos sobre de qué forma habrían de ser las cosas. Por poner un ejemplo: «Habría de ser una madre impecable».
- Falacia de la justicia: opinar que todo debe ocurrir de determinada forma y que, si no es de este modo, es injusto.
- Falacia del cambio: sospechar que nuestra felicidad es dependiente del accionar que el resto tienen hacia nosotros o de situaciones ajenas.
- Razonamiento sensible: opinar que si alguien se siente de determinada forma debe existir una razón real para sentirse de esta manera. Por servirnos de un ejemplo: “si me siento tan receloso, va a ser por el hecho de que hay causas para dudar”.
- Descalificar lo positivo: menospreciar, ignorar o desvalorizar las vivencias positivas, centrándose eminentemente en lo que va mal.
- Adivinación: adivinar algo antes que ocurra. Por poner un ejemplo: “el examen será mortal para mí”.
- Corte confirmatorio: prestar atención solo a puntos de la verdad que afirman mis ideas preconcebidas.
- Visión aciaga: meditar que siempre y en todo momento va a pasar lo malo.
Para reducir nuestras distorsiones cognitivas, el paso inicial es admitir que hay y prestar atención a eso que nos mencionamos para procurar detectarlas.