Lobizón es el séptimo hijo de Tau y Keraná de la mitología guaraní, sobre él cayó la mayor maldición que pesaba sobre sus progenitores. Su nombre por sí mismo atierra. Este ser espantoso está en la bifurcación de los caminos de la vida y la desaparición.
Todos y cada uno de los pueblos de todo el mundo se combaten de manera frecuente a la dificultad de la verdad donde viven a través del mito. Esto exhibe de forma sencilla lo que racionalmente semeja realmente difícil de argumentar y entender. Paraguay tiene múltiples temores relacionados y en distintas etapas. Todavía recuerdo mis vacaciones en el Guairá profundo donde a cada instante había uno que evitaba reposar la siesta, otro que se exponía a la dificultad del bosque y varios con la crónica de la red social. Había cruces que conmemoraban muertes enigmáticas o quizás temas fáciles que la interpretación habitual complejizó. Los jesuitas idearon múltiples, entre ellos el aho aho, mitad lobo y mitad cordero, que aguardaban a los originarios que se atrevieran a dejar las Reducciones. Le brindaron opciones inviábles para salvarse de la voracidad de esta bestia mitológica, que era subirse a una palmera inexistente que repelía al agresor.
El pombero, el poro, el yasy yatere, el luisón… son ciertos que pertenecen a la visión cultural de un pueblo como el nuestro donde por un buen tiempo la obscuridad de la razón ha impedido ver con claridad no solo nuestro futuro, sino más bien más que nada: la razón.
Los siete seres mitológicos – mitos paraguayos
Keraná, que en castellano significa yacente, era una mujer bella que dormía todo el día, vivía en una tribu y era hija de Marangatú.
Tau, era un espíritu malvado que se enamoró perdidamente de Keraná. Con la intención de estar con ella, se convirtió en un hombre guapo y trató de secuestrarla. Katupyry, que era el espíritu del bien, se levantó para defenderla.
Mucho más curiosidades sobre la historia de historia legendaria del pombero
La iniciativa de que hay un duende solicitado de proteger la naturaleza existe ya hace cientos de años. A propósito, los mayas asimismo creían que existían duendes, los Aluxes, muy similares a los pomberos.
Pero este ser legendario procede de la mitología guaraní, y asimismo es popular por estos otros nombres: «Pyrague» (que significa pies pilosos), ‘Karai Pyhare’ (que significa ‘señor de la noche’) o ‘Kurahy Yara ‘ (que significa ‘dueño del sol’). Al intentar llamarlo ‘Don Pombero’, su nombre asimismo se escuchó como ‘Chopombe’.