Filipenses 1:6, NVI: estando convencido de esto, que el que empezó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. Filipenses 1:6, NB: Estoy convencido de una cosa: que el que empezó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
(Filipenses 1:6)
INTRODUCCIÓN: “Persuasión” es una de esas ricas expresiones en el idioma español. Su propósito es seducir a alguien a fin de que tome una resolución, así sea buena o mala. Hay avisos que tienen la misión de persuadir al cliente a fin de que adquiera el producto. Y si a este aviso se le agregan otros «elementos» para despertar el deseo, la adquisición puede ser cuestión de coger la tarjeta y adquirirla. La «persuasión» se encuentra dentro de los propósitos de la predicación. A esos de nosotros que asistimos a la escuela de homilética se nos comunica que predicar un sermón hablamos de persuadir al oyente a fin de que cambie de dirección en la vida. La meta de toda predicación ha de ser la persuasión. Los apóstoles, en sus distintas estilos de predicación, pretendían persuadir. Recordamos de qué manera Pablo, al enseñar su magistral defensa frente Agripa, y Agripa, movido por esa palabra, ha dicho: «Prácticamente me persuadiste a ser católico» (Hch. 26:28). Diríase que la persuasión es como en el momento en que una localidad es asediada por doquier. La presencia del ejército, apostado en todas y cada una direcciones, provoca que los que están dentro se rindan o sean destrozados. Pablo conocía realmente bien esta palabra. Lo usó muchas veces para la difusión del evangelio, pero en este momento lo emplea para charlar de la seguridad que nos ofrece el evangelio. La palabra que Pablo utiliza para «persuadir» es un participio pasado especial que señala una acción que empezó anteriormente pero se prolonga hacia el futuro. Pablo se encontraba convencido de que la obra comenzada entre los hermanos filipenses no quedaría sin finalizar. Esta obra no es como la que varios hombres empiezan, las que, por no estar acabadas, son monumentos que hay que desatender. El día de hoy charlamos de la obra mucho más grande nunca construida, pero aún no terminada: la salvación. Acompañemos a Pablo en la seguridad de la perseverancia de los beatos.
No deja su historia para otro instante.
En ocasiones no nos ofrecemos por vencidos, pero lo dejamos para después, hay un término que me viene a la cabeza en este momento y es la palabra procrastinar, y significa postergar deberes o responsabilidades adquiridas, dejando algo que deberíamos realizar para otro instante cuídate
Y de esta forma somos los humanos, las conmuevas en ocasiones nos juegan una mala pasada y en lugar de eludir óbices o mal, o combatir nuestros temores, escogemos “dejarlo para otro instante”.
¿Qué es lo que significa hacerte especial hasta el día de Jesucristo?
Hasta el día de Jesucristo es una referencia clara cada día del Señor. El día en que Cristo aparecerá para glorificarse a sí mismo, a fin de que logre decirse con énfasis que es su día.
Como relata Albert Barnes, este día es de manera frecuente llamado «su día» o «el día del Señor» por el hecho de que va a ser el día de su triunfo y gloria. Aquí hace referencia al día en que el Señor Jesús aparecerá para recibir a Su pueblo, para juzgarlo, en el día del juicio de Cristo (Romanos 14:diez; 2 Corintios 5:diez), un juicio no para condenación, sino más bien para recompensa, para retribuir a sus hijos de conformidad con sus proyectos (Apocalipsis 22:12).