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Cómo decirle a un niño que no existe el Ratoncito Pérez

Para mencionarle que el hada de los dientes no existe tienes que seleccionar el instante conveniente, no le afirmes en el momento en que perdió un diente, ha de ser cualquier día. Puedes contarle, por poner un ejemplo, el origen del cuento para argumentar de qué manera brotó esta historia de historia legendaria entre los pequeños.

Cartas y certificados de Ratinho Pérez

Tu hijo va a saber que Ratinho Pérez vino pues le falta el diente, lo va a haber cambiado por unas monedas o un obsequio , y poco a poco más, Ratinho deja cartas para los pequeños y un comprobante de distribución oficial del Ministerio de Palpadores de Muelas. Este recibo señala el estado en que se halló la parte dental. Si fue bueno, regular o malo.

La carta del Hada de los Dientes no es verdadera

Contenido

  • La carta del Hada de los Dientes no es verdadera
  • ¿El hada de los dientes es verdadera o son tus progenitores?
  • Mi hijo me sorprendió siendo el hada de los dientes
  • De qué manera matar a Pérez Rat

¿Por qué razón engañamos?

Hace unos días me escribió una madre para consultarme sobre este tema. No ve la necesidad de mentirles a los pequeños, en tanto que es «como fallarles». Contó lo desilusionado que se sintió en el momento en que supo que los Reyes Magos no existían. Que sus hijas desde el comienzo sabían que eran fantasías y ella se esmeraba bastante en no decírselo a otros pequeños.

Debo admitir que jamás se me ocurrió no contarles estas historias. Mis recuerdos son muy positivos, y sustento las historias de estos individuos eminentemente por tradición. A la inversa, me cuesta bastante mencionarle que no son algunas. ¿De qué manera sigue la magia de la Navidad o el deber y la ilusión de perder un diente así? No deseo privarte de esta fantasía global. Los mitos son buenos, charlan de comunicar, de asistir y, al final de cuenta, forman parte de nuestra identidad histórica.

¿Cuál es el origen de estas tradiciones?

Según la religión católica, los Reyes Magos fueron al pesebre para enseñar al niño Jesús. A lo largo de años y años, las mamás y los progenitores quisieron proseguir con esta tradición cada 6 de enero. Y en este momento, tú asimismo eres una parte de esta tradición y deseamos contar contigo. Tal como todos mantuvieron vivo su sueño, deseamos que nos asistas a sostener viva esta tradición a fin de que otros pequeños y pequeñas logren proseguir viviendo la magia.

En lo que se refiere a Rato Pérez, su origen se remonta a fines del siglo XIX, en el momento en que el pequeño Alfonso XIII perdió su primer diente y el niño quedó muy consternado por lo sucedido. Su madre, la directiva de orquesta María Cristina, en un intento de terminar con «el inconveniente», encargó al padre Luis Coloma, jesuita y novelista, que escribiera un cuento para dotar de tintes fabulosos a la pérdida de dientes. En La capital española, en verdad, hay una vivienda-museo de Rato Pérez que se puede conocer.

Los pequeños entienden la verdad de forma diferente durante su avance.

Seguramente hasta los 4 años creen firmemente en la presencia real de los Reyes Magos (esencialmente piensan que todo cuanto les cuentan es cierto). Esto se origina por que no están listos para el saber abstracto.

En el momento en que llegan a los 6 años acostumbran a comenzar a aparecer cuestiones y inquietudes. Precisamente entre los 6 y los 8 años es en el momento en que maduran lo bastante para comprender que los Reyes Magos no existen o por lo menos no son individuos reales de carne y hueso que se muestran de pronto en sus viviendas (ciertos pequeños desarrollan temor a estos enigmáticos individuos).

24 comentarios en «Cómo decirle a un niño que no existe el Ratoncito Pérez»

  1. ¡Vaya! Nunca me imaginé que existieran tantas teorías y engaños alrededor del Ratoncito Pérez y el Hada de los Dientes. ¿Por qué no simplemente les decimos la verdad a los niños? ¿Será que nos gusta mantener la magia? 🤔

    1. ¡Claro que importa! Mentirles a los niños sobre la existencia del Ratoncito Pérez solo alimenta la decepción y la desconfianza en el futuro. Es mejor fomentar la imaginación y la creatividad sin engañarlos. ¡Dejemos que descubran la realidad por sí mismos!

  2. ¡Venga ya! ¿De verdad alguien se cree todas estas historias del Ratoncito Pérez y el Hada de los Dientes? Son pura fantasía inventada para entretener a los niños.

  3. No entiendo por qué algunos adultos se empeñan en quitarle la magia a los niños. ¡Dejen que crean en el Ratoncito Pérez y en el Hada de los Dientes!

    1. ¡Totalmente de acuerdo! No entiendo cómo alguien puede ser tan amargado como para querer arruinar la ilusión de los niños. Dejen que disfruten de su infancia y crean en la magia. No cuesta nada ser un poco más tolerantes.

    1. Respeto tu opinión, pero creo que es mejor dejar que los niños disfruten de su imaginación y magia. No hay necesidad de robarles la ilusión temprano. ¡Dejemos que el Ratoncito Pérez siga siendo un secreto encantador! ¿Quién está conmigo?

  4. ¡Qué locura! No puedo creer que haya gente que se tome tan en serio el tema del Ratoncito Pérez. ¿De verdad importa si existe o no? ¡Vamos a preocuparnos por cosas más importantes!

    1. Vaya, no sé por qué te sorprendes. Al final, cada quien puede creer y disfrutar de lo que quiera, sin importar lo absurdo que parezca. Así que déjate de juicios y respeta las tradiciones de los demás, ¿ok? 😉

    1. No se trata de engañar a los niños, sino de mantener viva la magia y la ilusión en su mundo. El Ratoncito Pérez es parte de la tradición y la fantasía, y cada familia decide cómo transmitirla. No siempre se trata de falsificar, sino de hacerles creer en algo maravilloso.

    1. Totalmente de acuerdo contigo. Las tradiciones infantiles son fundamentales para la imaginación y la ilusión de los más pequeños. No importa si son reales o no, lo importante es fomentar su creatividad y mantener esa magia en sus vidas. ¡Viva la fantasía!

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