Los espectros (del heleno ????????, «aparición»), en el folclore de muchas etnias, se piensa que son espíritus errantes o adoloridos o ánimas de seres fallecidos (mucho más ocasionalmente todavía vivos), o seres del chato espiritual, que se expresan entre los vivos de manera observable (por servirnos de un ejemplo; visual, mediante sonidos, fragancias o…
En este momento, justo ahora mismo, Trataba de detallar en parte la angustia que debió sentir mi abuela en el momento en que destrozaron su casa para crear -en el centro de la región- una carretera, a la que llamaron desvío.
Concepto de la expresión ser un espectro
La expresión «ser espectro» quiere decir que un individuo alardea tener algo o llevar a cabo algo, pero de todos modos no posee o no posee. «Espectros», entre comillas, son personas que tratan de impresionar otros con patrañas
La gente que son espectros acostumbran a contar historias inverosímiles Algo improbable es algo bien difícil opinar, algo que andas seguramente no puede ocurrir, algo que es prácticamente irrealizable. La gente que son espectros cuentan estas historias con la promesa de que les creas, pero es realmente difícil para ti llevarlo a cabo.
Elementos de una historia de terror
La acción en una historia de terror se organiza en torno al suspenso.
Las historias de terror tienen los próximos elementos:
UNA VIÑA CLÍNICA
Sugiero en este momento procurar desarrollar estas ideas con el apoyo de una viñeta clínica. Es un niño de 9 años, al que voy a llamar Mateo. En el instante en que se ambienta la caricatura que les contaré, llevaba 2 años viéndola a razón de tres sesiones por semana. Mateo tuvo graves trastornos de conducta desde la niñez. A lo largo del primer año sufrió un insomnio obstinado ahora partir del segundo padeció horribles enfados por fracasos triviales. Pese a ser un niño capaz, sus capacidades de estudio se vieron con seriedad obstaculizadas por su incomodidad, accionar provocador y su inclinación a llevar a cabo de manera sistemática todo lo contraindicado. Sus riñas con sus progenitores y su hermana eran permanentes, peleaba ferozmente con el resto pequeños y padecía de repetidos accidentes. Gracias a todos estos inconvenientes, fue internado en una institución enfocada, donde su accionar continuó siendo increíblemente violento. Pese a todo, había logrado establecer relaciones cariñosas con múltiples docentes, era un niño embriagador al que los mayores se encariñaban de manera fácil.
La crónica de Mateo fue especialmente bien difícil. Adoptado a las 4 semanas de edad adjuntado con su hermana gemela, a los dos progenitores adoptivos les resultó bien difícil llevarse bien con los pequeños. El padre se refugió en el accionar recio y severo con el que él mismo había sido educado, accionar que no podía pensar críticamente. La madre tendía a adoptar una actitud de víctima de desafío muy demostrativa y parecía conseguir una enorme satisfacción de sus protestas permanentes y también invariablemente tráficas. Sintiéndose regularmente agobiada por los pequeños, hallaba la próxima solución toda vez que Mateo chillaba bastante: tirarse al suelo y fingir que ha muerto. Esta maniobra fue, explicó orgullosamente la madre, claramente triunfadora: Mateo instantaneamente se calló y corrió despavorido hacia su madre para revivirla.