Ciertos estudiosos, psicólogos, criminólogos, etcétera. Mencionan a la mirada del psicópata como ?una observación que atraviesa, que deslumbra, que obscurece, que cautiva, que cautiva por esa intensidad tácita.
La (equivocada) creencia de que el psicópata es ese ser inexorable que ha cometido horripilantes crímenes con sus manos y vive marginado, agazapado en la obscuridad, sin complementarse a las ocupaciones diarias de los humanos… y nada está mucho más lejos de la verdad; naturalmente que guarda relación con la delincuencia (ver análisis de Bretón) pero la verdad es que la psicopatía no equivale a una patología mental, es un trastorno de personalidad antisocial que se caracteriza, más que nada, por la carencia de sentimientos (anestesia cariñosa), falta de de empatía, culpa o temor, son seres muy ególatras, fríos y manipuladores, no sienten sino ‘simulan’ realmente bien algunas conmuevas para hallar sus propósitos. Pero estas personas no en todos los casos son criminales, hay ‘sicópatas triunfantes’, que tienen la posibilidad de vivir en tu mismo edificio, ser tu jefe, gobernar un país o venderte un coche, están entre nosotros.
‘Por suerte’, los sicópatas tienen unas especificaciones destacables en el charla, en la gestualidad, en la manera de expresarse tanto verbal como no verbalmente, que tienen la posibilidad de trasmitir señales preocupantes de su auténtica personalidad. El estudioso mucho más respetado de todo el mundo en este sentido es el sicólogo Robert Hare, quien apreció ciertos indicadores inusuales para advertir este peculiar género de personalidad que enumeramos ahora:
De qué manera tratar
Pregunta dificultosa .. Esta clase de persona no se va a curar, y no hablamos de una patología clínica en sí y por consiguiente no tenemos la posibilidad de cerrar un régimen preciso.
Aquí la relevancia reside en la prevención, o sea, intervenir en la niñez pues es el instante de máxima puerta de inseguridad.
¿Por qué razón llora un psicópata?
Los sicópatas no lloran por exactamente las mismas causas que lloran los que no sufren esta nosología, las causas son considerablemente más ególatras y radicalmente distintas a eso que significa plañir para el resto. Si nos paramos a investigar en aspecto el seguir en su historia, nos vamos a dar cuenta que en la vida de un psicópata hay 2 elementos propios que nos dejan entender el fundamento o finalidad del grito de un psicópata.
Uno es la aptitud y el ahínco incesante que efectúan para ser admitidos socialmente, esto es, para cuadrar en la sociedad que les circunda con exactamente las mismas reglas de accionar, exactamente las mismas «reglas de juego» y esa no es tu forma natural de meditar o accionar. Pero precaución, esto no significa que los comprendan, los interioricen o aun los respeten o valoren. Es que los conoce y los usa a su antojo y con interés para cuadrar en todo instante “como se estima de un individuo habitual” y de esta manera no poner énfasis como “diferente” en el momento en que no le resulta interesante y más que nada en los puntos negativos que logre tener. revelan su egoísmo y su accionar perverso.
Hibristofilia
John Money fue un popular sicólogo neozelandés experto en sexología que acuñó el término hibristofilia en la década de 1950. Se define como la atracción por tener sexo con personas peligrosas. No obstante, otros psicólogos, como Mark Griffiths, instructor de psicología en la Facultad de Nottingham Trent en el Reino Unido, apuntan que este término incluye mucho más peculiaridades.
- Las mujeres fanáticos de los sicópatas prueban esta clara atracción sexual hacia los hombres considerados “peligrosos”. El mal atrae y añade ese ingrediente en el que el peligro actúa como aspecto incitante.
- No obstante, asimismo está el aspecto afectivo y la convicción de que el cariño que se logren profesar puede redimir (editar) al psicópata.