El «Goomah» es el apasionado del mafioso, palabra que procede del italiano «comare» que significa apasionado y se ha americanizado.
Entre las peculiaridades mucho más propias de EL IRLANDÉS, la película de Martin Scorsese, que maravilló a los críticos y probablemente enajenó a cierto ámbito del público, fue su tono obscuro y sombrío. En contraste a GOOD BOYS y una gran parte de la mitología de las películas de la mafia, no parecía muy entretenido ni enternecedora ser integrante de la mafia o como se llame. Al revés, fue un sendero sin retorno, un viaje que en algún momento produciría mal, infelicidad, vacío, abandono y silencio. Scorsese tenía prácticamente 40 años en el momento en que logró ese tradicional de 1990, y ahora había pasado media parta de los 70 en el momento en que le dio una observación mucho más melancólica al mismo cosmos.
Podría decirse que algo afín le pasa a David Chase en el periodo que va de LAS SOPRANO a LOS SANTOS DE LA MAFIA. La primera serie, iniciada en 1999, revelaba todas y cada una de las contradicciones, traiciones, zonas oscuras, patéticas y atroces de la mafia, pero asimismo era una serie entretenida y entretenida, llena de individuos especiales que amaba odiar u detestaba querer. La película -efectuada con Chase en la época de la década de 1970- reitera el esquema de Scorsese: es mucho más seria, obscura, desgarradora. Marcha menos por el atractivo de ser gángster (lejos de tener un instante de Ray Liotta en la sección primera de GOOD BOYS, si bien tiene a Liotta y un par de veces) y mucho más por la sabiduría temprana de que todo puede finalizar mal. . Es una catástrofe sin promesa que asimismo tiene la molesto ironía de ser una enorme iniciativa mal ejecutada.