Tomó cinco piedras llanas de un arroyo y las puso en su bolsa de pastor. Entonces, armado solo con su cayado de pastor y su honda, empezó a atravesar el valle para combatir contra el filisteo. Goliat caminó hacia David con su escudero en frente de él, viendo al niño de mejillas sonroseadas.
Estimados hermanos y hermanas:
Gracias por acompañarnos en el devocional de el día de hoy. Observaremos la narración de David y Goliat. Permítanme argumentar primero que el auténtico héroe de esta historia es Dios y Goliat representa los retos y las luchas que encaramos en la vida. En ocasiones, los retos y las luchas que encaramos tienen la posibilidad de semejarnos excelentes, como un «Goliat». Pero Dios nos va a dar la victoria a través de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
La Piedra de la Persistencia
Al encararte a tu Goliat, atravesarás instantes de avance y asimismo de retroceso. No procures restar relevancia a las recaídas ni te afirmes a ti «cuando no pase nada» pues Goliat volverá a rugir en torno a tu cuello. No te culpes si recaes, si es viable encara a tu Goliat con el acompañamiento de un conjunto de individuos que estén pasando por exactamente la misma situación, o un conjunto de familiares y amigos que te animen a seguir.
Pasa tiempo trayendo tu Goliat a Dios. Antes del amén debéis tener un trabajo previo de abrir tu corazón a Dios y derruir nuestros miedos por ese enorme que semeja insuperable. Quizás deberías estudiar a rezar con mucho más energía, hondura y entusiasmo. Y si no tienes idea de qué forma llevarlo a cabo, deja que Dios te enseñe a rezar, Dios siempre y en todo momento está en el porche de la vivienda, toca a tu puerta y te llama, solo abres, eso es rezar.
El semejante a una bala calibre .45
Estudiosos apasionados en el lado científico de la anécdota, calcularon que en un segundo salió disparada una honda con un radio de giro de unos sesenta centímetros.
Las piedras que se tienen la posibilidad de poner en un cabestrillo de este género no acostumbran a sobrepasar los 20 gramos; si David la hubiese lanzado a una distancia de unos 35 metros, la piedra habría alcanzado una agilidad de 34 metros por segundo, bastante para perforar el cráneo de un individuo; y el semejante al encontronazo y capacidad de frenado de una bala calibre .45, entre las mucho más capaces.