Robert Wadlow Nacionalidad Americano Especificaciones físicas Altura 2,72 m Peso 222 kg
¿Mucho más que André, el enorme de «La princesa prometida»? ¿Menos de lo que Jack se ve a sí mismo plantando un frijol mágico? La verdad es que el Enorme Verde nos prosigue viendo desde altísimo, sabiendo que está a puntito de cumplir 84 años. Pero si no fuese por una transformación extrema y un espectacular desarrollo, posiblemente jamás hubiese encontrado su sitio en nuestras retinas. Últimamente fue escogido como entre los 3 iconos de publicidad mucho más reconocidos por el público mundial en el siglo XX, tras Ronald MacDonald y el hombre Marlboro; y desde 1928, año de su creación, proyecta su sombra sobre los campos del medio oeste estadounidense. Pero, ¿cuánto tiempo dura este tono? O personagem Green Giant nasceu em 1925 como um golpe publicitário para introduzir uma ervilha maior y también mais 12 para a Minnesota Valley Canning Company, uma compañía de vegetais envasados establecida em Le Sueur, Minnesota, y también agora parte da General Mills, a quinta marca de alimentos en el planeta. Transcurrido el tiempo, el reconocimiento de este personaje llegó a controlar toda la línea de artículos de la compañía, y en 1950 la marca cambió de manera oficial su nombre a «Enorme Verde». Pero sus principios como titán de la propaganda no fueron simples. Tras nacer, el enorme verde sufría una patología común entre los colosales: daba temor. En un inicio se lo dibujó con el ceño fruncido y precisamente salvaje, vistiendo una piel de oso descuidada que lo hacía parecer mucho más un Increíble Hulk rural que el viejo jardinero con un vestido de hojas de frijol que todos conocemos el día de hoy. Como es natural, en el momento en que comenzó en un comercial de televisión en 1959, el Enorme Verde no ocasionó el encontronazo que se suponía que debía. Lo interpretaba un títere con piel de goma verde, que mucho más parecía un Godzilla de sonrisa zorrilla y que se balanceaba al son de la música caracteristica de los cuentos de colosales, con lo que los pequeños, mucho más que hambrientos, se ocultaban al abrigo de la precipitación. El mayor obstáculo que hallaron sus desarolladores fue de qué forma enseñar al Enorme Verde, sonriendo o no. Se probaron trucos de protoanimación, se pintó de verde un ejército de tipos musculosos para poder ver si se quedaban. Aun recurrieron a enseñar solo los pies. Da igual lo que se procuró, todo salió mucho más como Frankenstein que como un enorme gentil. Entonces pasó al grupo creativo y el nuevo decidió publicar un big bang. Se mejoró la posición encorvada de los colosales, se reemplazó su ceño fruncido por una sonrisa brillante y se modificaron los bonitos vestuarios por un actor que se roció con pintura verde para ofrecerle aspectos mucho más próximos, vestido con ropa muy elegante, un traje de hojas pálidas. mucho más verde que las pieles de los animales condenados en el baúl de los recuerdos. Asimismo añadieron la palabra «Jolly» al nombre para llevarlo a cabo mucho más dulce («Jolly Green Giant»). Y lo más esencial, fue rodada en altura, a fin de que destacara en su nuevo ámbito: un valle paradisíaco lleno de plantaciones que pusiese en visión las novedosas alturas de este enorme bonachón. La altura cambiaba según el gusto; los creativos eligieron jugar con el tamaño enorme que aparecía en ciertos avisos, donde las huertas parecían cajas de fósforos e inclusive tocaban la luna; pero otros avisos asimismo lo encogían a fin de que pudiese (si era preciso) bajar a charlar con los granjeros o las condesas, frente a frente y sin que estos saliesen corriendo como locos. Por último, se les ocurrió añadir las exclamaciones mucho más alegres que se conocen: “Ho, Ho, Ho” de Papá Noel para llevar a cabo el truco. Len Dresslar prestó su voz de barítono y el ogro se transformó en la mascota preferida estadounidense. No obstante, no sería hasta 1978 en el momento en que se definió finalmente el apogeo del Enorme Verde en el imaginario colectivo. Fue el sitio donde nació lo que lo marcó para la posteridad, en el momento en que el pueblo de Blue Earth, Minnesota (donde está “El Valle”, que proclama el lema) pagó $43.000 en su instante para erigir una escultura de fibra de vidrio.17 vidrio de 2 metros del Jolly Green Giant como agradecimiento a todo cuanto logró por ellos, que asimismo sirvió para abrir el cruce de las partes este y oeste de la Interestatal 90. La escultura fue erigida permanentemente el 6 de julio de 1979 y en la actualidad atrae a diez.000 visitantes. un año, que puede ser retratado entre sus pies. Fue una creación de un locutor de radio local, Paul Hedberg de KBEW, que hacía un programa ese verano llamado «Bienvenidos pasajeros», donde entrevistó a los pasajeros que se detuvieron en Blue Earth en su sendero a la interestatal. En el final de cada entrevista, Hedberg ofrecía a los convidados una lata de maíz y guisantes, que recibía como promoción de la factoría local instalada en la localidad. Un tema común que brotó en estas entrevistas fue el deseo de los turistas de “ver el Enorme Verde en tamaño terminado”. En 1977, Hedberg contactó a Thomas H. Wyman, presidente de Green Giant, para poder ver si la compañía dejaría una escultura de su símbolo corporativo. Wyman dio su permiso a condición de que los fondos para el emprendimiento se recaudaran de forma local. Hedberg se aproximó a diez hombres de negocios de la región con la iniciativa y les solicitó US$ 5.000 a cada uno de ellos: por semana siguiente ahora habían donado los US$ 50.000 precisos y el enorme logró escalar hasta 17 metros de altura, a fin de que pudiese ser visto por todos y cada uno de los visitantes durante la carretera interestatal mucho más extendida de los USA. Fuentes: Green Giant, Road Side America y Wikipedia Fotografías: Flickr
Con una altura de sobra de seis pies y un peso de hasta una tonelada y media, es la clase de amonita mucho más grande nunca descubierta.
Los amonites son una clase de cefalópodos extintos que habitaron la Tierra hace 400 millones de años. Populares popularmente por sus caparazones planos con apariencia de espiral, pertenecen a los fósiles de animales prehistóricos mucho más populares y estudiados, que nos dejan saber mucho más sobre la vida en nuestro mundo hace decenas y decenas de millones de años.
Pese al riguroso registro fósil, aún quedan ciertas incógnitas sobre la evolución y ecología de estos animales marinos: aparte del secreto sobre sus partes blandas y el resto de su organismo alén del caparazón, se revela un espécimen enorme en 1895 en el nordoeste de Alemania, despertó la curiosidad de generaciones de paleontólogos gracias a su tamaño.
¿Por qué razón debemos resguardarlos? Conoce mucho más sobre estos gigantes:
1. Colosales inofensivos. Si bien tienen la posibilidad de medir 8 metros y pesar mucho más de 1.000 kilogramos, no son una amenaza para los humanos, ya que en contraste a otras especies de rayas, su aguijón no posee veneno.
El “Enorme de Castelnau”
Hay otro caso, en esta ocasión de extractos óseos -no esqueletos terminados- encontrados en Francia. Son un húmero, una tibia y un hueso femoral encontrados por el antropólogo Georges Vacher de Lapouge.
Según el estudioso, ¡estos restos pertenecían a un individuo que medía 3,50 metros! Los humanos tienen la posibilidad de haber vivido en el Neolítico.