Una mujer sabia es una mujer que busca a Dios y tiene a Dios en el centro de su hogar. La mujer sabia sabe lo que gusta a Dios y lo que no, sabe que debe solicitarle a Dios sabiduría a fin de que la asista a sostener estable ese hogar.
Piensa en una mujer sabia que sepas en lo personal. ¿Qué te hace sabio en tu cabeza? Quizás sea capaz, hospitalaria, dadivosa, cariñosa, reflexiva, con autocontrol, amable, satisfecha, capaz financieramente, espléndida, profesora, mentora, ejemplo para la próxima generación, amiga leal, apasionado de Dios, etcétera.
Personalmente, siempre y en todo momento me han inspirado y cautivado las mujeres fuertes y sabias, tanto en la vida real como en la literatura y el cine. De pequeña e inclusive en la adolescencia y la juventud, deseaba ser como Nancy Drew, Laura Ingalls Wilder, Anne of Green Gables y muchas otras. Mujeres capaces, independientes, imaginativas, interesantes, admiradas, de intención fuerte, talentosas y seguras de sí mismas: estas fueron mis heroínas mientras que medraba. Pero, ¿qué afirma la Biblia que hace sabia a una mujer?
– Teme al Señor
La mujer que teme al Señor es virtuosa pues sabe que este es un principio inexpugnable. El miedo de Dios supone vivir según su intención y estatutos. No posee la intención de impresionar a el resto con su hermosura física, pero se distingue de otras mujeres pues su mayor deseo es agradar a Dios.
Una mujer virtuosa es digna de seguridad, de ahí que es con la capacidad de llevar la vivienda, ya que le da prioridad a la familia, y busca siempre y en todo momento ser de bendición para su marido: “El corazón del marido está confiado en ella, y ninguna ganancia va a faltar. Ella te va a dar bien y no mal todos y cada uno de los días de tu vida” (Proverbios 31:11-12)