Como se mentó previamente, son quienes mandan de manera directa las legiones de sus superiores, aparte de estar al cargo de su administración y control.
v. Gobernante, jefe, jefe, príncipe, rey Génesis 41:34 puesto sobre el país y el quinto de la tierra 1 Reyes 22:47 no hubo .. rey en Edom; había g en Ne 5:18 Jamás solicité pan de la g, por el hecho de que Pro 8:16 para mí .. todos y cada uno de los g juzgan la tierra Dan 6:2 sobre ellos tres g, de los que Daniel era Mat diez:18; Marcos 13:9; Lucas 21:12 aun antes de g vas a ser conducido Mateo 28:14 si el g.. oye esto, lo persuadiremos Act 7:diez Faraón.. lo puso por g sobre Egipto Act 23:34 el g.. preguntó qué provincia él era de Hechos 24:1 se dieron a conocer frente a la g contra Pablo Ef 6:12 contra la g de las tinieblas de este siglo
término múltiples expresiones hebreas se traducen en las Escrituras para referirse a príncipes, oficiales, representantes de autoridad en una localidad, en una provincia. José fue nombrado g. de Egipto por Faraón, quien le ha dicho: “Hete aquí, te he puesto más que nada el país”, y le dio el anillo o sello real, Gen 41, 41-42; Hch 7, diez. El rey Abimelec tenía a Zebul como g. en la localidad de Siquem, Jc 9, 30. David derrotó a los arameos, los sometió a tributo y puso gobernantes en Aram de Damasco, 2 Sam 8, 6; 1 Crónicas 18, 6; logró lo mismo en Edom, 2 S 8, 14; 1 Cro 18, 13. El rey Salomón dividió su reino en 12 distritos y adelante de cada uno de ellos puso una g., 1 R 4, 7-19. Nabucodonosor, tras deportar a los mandatarios de Judá a Babilonia, partió como g. a Guedeliah, 2 Reyes 25, 22; Jer 40, 7. Daniel fue nombrado por Nabucodonosor, g. de la provincia de Babilonia, Dan 2, 48. En Esdras y Nehemías, los títulos persas oficiales están traducidos con el término g., como tirsata, Nehemías fue nombrado g. de Judá por el soberano persa, Ed 2, 63; números 7, 65 y 69; 8, 9; 12, 26.
Por: Miguel Jacinto
La sección primera de la serie Narnia, redactada por C.S. Lewis, detalla con enorme aspecto la guerra espiritual que los fieles liberan contra el reino del mal y las tinieblas. En El león, la hechicera y el armario, la hechicera representa la maldad y el dominio de Satanás sobre este planeta y sus pobladores. Edmund, el hermano menor, cae en la trampa de la hechicera que lo engaña a fin de que lo transforme en ciervo a fin de que otorgue a sus hermanos a fin de que los maten. Peter, el hermano mayor, y sus 2 hermanas, Susan y Lucy, procuran al Rey, el león, a fin de que les asista a salvar a su hermano que está bajo el poder de la hechicera. En el final, exhibe la victoria del Rey sobre la hechicera y la restauración del reino para los narnianos.
El apóstol Pablo advierte a los fieles de la iglesia en Éfeso sobre esta guerra espiritual diciendo: “Pues no disponemos pelea contra sangre y carne, sino más bien contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra la maldad espiritual en los sitios divinos” (Efesios 6:12). Nótese que Pablo aclara que la guerra no es física, sino más bien espiritual. En la guerra que hacemos, Satanás emplea a la gente para atacarnos, pero son solo instrumentos en sus manos. En esta guerra, Satanás emplea personas para atacarnos. En un caso así, debemos dar a estas personas a Dios a fin de que se encargue de ellos. Jesús mencionó que debemos querer a nuestros contrincantes a fin de que la multitud vea que somos hijos de Dios. (Mateo 5:44, 45).