Entre los ámbitos poderosamente perseguidos por la dictadura fue el de los jóvenes y alumnos, quienes desde el desenlace de la Segunda Guerra Mundial se han consolidado en todo el mundo como un conjunto sin dependencia, actor popular consciente y con enorme encontronazo político. vida de este país.
El 16 de septiembre de 1976, a pocos meses de la toma del poder en Argentina por el último golpe civil-militar, se generaron diez raptos y desapariciones de alumnos secundarios que militaban en distintas agrupaciones políticas en la localidad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires.
Todo comenzó en el momento en que en el año previo, 1975, se hicieron una secuencia de reclamaciones para hallar la sanción y puesta en marcha del billete de estudiante. Este logro se considera entre las mayores victorias del movimiento académico a lo largo del gobierno de Isabel Perón, viuda de Juan Domingo Perón, quien aceptó la presidencia tras su muerte.
Terrorismo de Estado contra alumnos
El 16 de septiembre se cumplen 40 años de La Noche de los Lapiceros, en el momento en que la dictadura raptó y torturó a siete componentes de secundaria en La Plata, seis de los que prosiguen en sitio desconocido . Estas acciones formaban una parte de un plan de exterminio contra la militancia de izquierda (marxista o peronista), tanto en el movimiento obrero, académico y habitual como en la intelectualidad.
Para comprender por qué razón el gobierno de la provincia de Buenos Aires y su policía, a cargo del Coronel Ramón Camps y su colaborador Miguel Etchecolatz, pusieron en marcha sus Comandos Tácticos de Operaciones y también Indagaciones (como llamaban a sus conjuntos de tareas) sobre los jovenes que demandaban pasaje académico, persiguiéndolos y llevándolos a un horrible cautiverio en Poço Banfield, hay que comprender que los alumnos eran un propósito prioritario de quienes se plantearon “reorganizar” la Argentina.
El “Pozo Banfield” está situado en la intersección de Siciliano y Vernet en Lomas de Zamora. A lo largo de la última dictadura, entre 1976 y 1983, funcionó como Centro Furtivo de detención, tortura y exterminio de la Brigada de Indagaciones de la Zona Metropolitana. Además de esto, fue empleado para la detención ilegal de personas por la parte de la organización paramilitar “Triplo A” (Coalición Anticomunista Argentina) en tanto que según el Fichero Nacional de la Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, en este rincón continuaban secuestradas 350 personas. quienes fueron perseguidos por su militancia política, popular y sindical. Varios de ellos prosiguen desaparecidos.
Es un edificio de 2 pisos con paredes grises descoloradas donde puedes observar murales recientes en tonos vibrantes. Hay pañuelos blancos que decoran el suelo, las paredes y la calle. Asimismo hay lapiceros dibujados en postes de luz próximos y avisos, hechos con témpera y acrílico que dicen “30.000”, “Jamás mucho más”, “Los lapiceros prosiguen escribiendo”.
En 2006, el espacio de El Pozo fue cedido a la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires para transformarlo en un Espacio de Memoria y Promoción de los Derechos Humanos. Hoy día, por ejemplo ocupaciones, la Mesa de Trabajo por la memoria organiza visitas guiadas para institutos y entidades. El edificio se puede conocer relativamente, solo en la planta baja, debido a medida judicial que inspecciona los crímenes de lesa humanidad realizados allí. El ámbito del primer piso ha negado el paso mientras que sigue el juicio, con el objetivo de proteger la escena.
¡Qué horror lo que sucedió en el Pozo Banfield! Es indignante pensar en la persecución y el terrorismo de Estado contra los estudiantes. #NuncaMás
¡Qué terrible y triste realidad la que vivieron los estudiantes durante la dictadura! Es importante recordar y reflexionar sobre estas atrocidades para evitar que vuelvan a ocurrir.
¡Qué horror! Es increíble cómo la dictadura pudo cometer tantas atrocidades contra los estudiantes. La violencia del Estado es inaceptable.
¡Qué horror que hayan perseguido a los estudiantes durante la dictadura! Es inaceptable.
¿Inaceptable? ¿Qué esperabas? En una dictadura, la persecución de los opositores es moneda corriente. ¿Acaso pensabas que serían flores y abrazos? Abre los ojos y enfrenta la realidad.