El sobreviviente de «La Noche de los Lapiceros» relató su secuestro y cautiverio a lo largo del juicio por delitos realizados en los centros furtivos de detención populares como Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno, en Lanús.
«Tres de mis hermanos fueron secuestrados y desaparecidos, 2 en sus viviendas y otro, supimos después, fue tiroteado en la calle. Ellos tres. Voy a denunciar la situacion de Francisco, de Pancho”, ha dicho su hermano, Víctor López, frente al Tribunal Oral Federal N° Julio Garachico, quien fuera solicitado de calle de la Unidad Regional de La Plata, y Miguel Osvaldo Etchecolatz, entonces al cargo de la Dirección de Indagaciones de esa fuerza y mano derecha de Ramón Camps, de los objetivos del terrorismo de Estado liberado antes del golpe civil-militar del 24 de marzo de 1976. Aparte de Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, María Claudia Ciocchini, Horacio Ungaro, Daniel Racero, Víctor Treviño, Claudio de Acha, Emilce Moler, Patrícia Miranda, Pablo Diaz y Gustavo Calotti, fueron secuestrados en los llamados Pozo de Quilmes y Banfield, los mayores centros furtivos de secuestro, tortura y exterminio en el llamado Circuito 2 Campos. de su hermano Francisco, de dieciséis años. Víctor tenía catorce años. Sus testimonios se consideran del mismo modo válidos para el Juicio por los crímenes de lesa humanidad perpetrados en las Brigadas Banfield, Quilmes y Lanús. Víctor y Francisco vivieron en una vivienda de 17 años, entre 1975 y 1976, en la localidad de Buenos Aires, que lindaba con la vivienda de sus progenitores, con quienes convivían Emilio y Mónica, 2 hermanos inferiores. A las 6 de la mañana del 16 de septiembre escucharon ruidos y la madre entró a la vivienda “atemorizada adjuntado con un conjunto de precisamente diez a trece personas”. , con armas largas, no vaciló en derruir la puerta de la vivienda de sus progenitores. «Nos amanecíamos. Entra un individuo vestida con traje azul. En el testimonio de mi madre afirma que en el momento en que entraron a su casa afirmaron que eran del Ejército Argentino. Todos estaban encapuchados, menos un individuo, que fue la responsable”, ha dicho Víctor antes de argumentar que registraron la vivienda, “desarmaron ámbas habitaciones y volcaron las camas”. Comenzó a soliciar pasquines, volantes y en el momento en que no conseguir nada, comenzaron a preguntar por las armas.Mi hermano le afirma que en el cajón de abajo del escritorio había 2 armas: un rifle de aire comprimido y un rifle de aire comprimido.Para la operación mencionó que muy mal si lo tomaba y le mencionó que no, eran las únicas armas que tenía. Entonces lo tiraron al suelo y han comenzado a interrogarlo mucho más bruscamente”, ha dicho Víctor. Lo esposaron. Mi mamá preguntó por qué razón se lo llevaban y le afirmaron que si respondía lo que deseaban comprender, se lo traían y si no, “que se hiciese cargo de las secuelas”, ha dicho Víctor López, quien no se toma la última. Muntaner pues su madre le aconsejó que no se lo pusiese en el momento en que actualizó su DNI a fin de que no lo vincularan con los chicos desaparecidos. Francis había cumplido dieciséis años una semana antes. “Yo era activista en la Escuela de Hermosas Artes y había hecho campaña por el paso a la secundaria”, explicó Víctor a la Corte, citando entre los logros que habían alcanzado las secundarias de La Plata en el año previo, unidas en una organizadora. toda la familia fué componente peronista toda la vida”, ha dicho este hombre antes de nombrar a sus otros 2 hermanos desaparecidos, Luis César López Muntaner, de 26 años, y Miguel Ernesto López Muntaner, de 24. Estaban en matrimonio y vivían juntos. «Me enteré después, en el momento en que liberaron a Pablo Díaz. Comienza a contar «que su hermano se encontraba en el Pozo de Banfield y piensan que comenzó con el Pozo de Arana». «Muchas personas que se encontraba en el Pozo de Banfield mencionó que múltiples chicos de ‘La Noche de los Lapiceros'», ha dicho. Consultado sobre de qué forma afectó a la familia esta catástrofe, empezando con la desaparición de tres de los seis hermanos, Víctor comentó que sus progenitores tenían un negocio, pero «los clientes del servicio comenzaron a dejar de salir por temor» y «los vecinos que los pequeños se asocien a nosotros”. Víctor López, asimismo hijo de Muntaner, pese a no ser citado en su archivo, padeció “sanciones y maltratos” en la secundaria y en el momento en que ingresó al servicio militar las cosas no fueron mejores. A lo largo de la Guerra de Malvinas, en el mes de abril de 1982, lo hicieron bajar de un camión ahora listo para el enfrentamiento. “Me hicieron dar todo el equipo al militar y me metieron en el calabozo por ser familiar del detenido-desaparecido. Allí pasé en todo momento que duró la guerra”, salvo ciertas oportunidades en que lo sacaron a llevar a cabo alguna faena en el cuartel, eran usuales los capítulos de intimidación. “En la noche me llevaron a la oficina de sabiduría de la Brigada X, en la diagonal 80, donde se encontraba el Teniente Coronel Mora, me recordó que sabía realmente bien quién era yo y que tenía familiares detenidos-desaparecidos y que él no había ido a la guerra por el hecho de que temían que, si nos íbamos, provocáramos bajas de oficiales». «Estas fueron las secuelas que mucho más me dañaron», explicó antes de garantizar que hay cosas que «me dejaron inconsciente, como jamás caminar por una calle con mi proceder a contracorriente o jamás proceder a un espacio siempre y en todo momento en exactamente la misma calle”, precisó en la audiencia número 47. “En este momento a los sesenta me hago una pregunta, ¿hacia dónde ir? Es un registro que quedó en la memoria”, ha dicho. Garachico está acusado de secuestro, tortura y homicidio cometido en la ciudad de Arana, en la periferia de La Plata. Es inspector jubilado de la Policía Bonaerense “Quédate en tu cuarto y reza”. “El 30 de abril mis progenitores están lúcidos y hay un enorme alboroto, bastante estruendos en la vivienda vecina”, ha dicho este martes a la Corte Juan Manuel Borzi, hijo menor de Óscar Isidro Borzi, “Cacho”. Esos ruidos fueron el prólogo de lo que sucedería poco después en su casa de Lanús Este donde vivía con sus hermanos Luis Alejandro, de seis años, Ernesto, de siete, y él, de tres, y en la reconstrucción. de su crónica familiar, que su padre trató de aliviar a su madre diciéndole ‘tú, Ada, quédate en la habitación y en el momento en que entren, ora, quédate en la habitación, solicita y ora. Era la madrugada del 29 al 30 de abril de 1977. Ese conjunto armado de las «fuerzas conjuntas» pasó muchas horas en la vivienda. Su padre, quien trabajaba en la factoría de vidrios Sariq desde 1964, fue llevado a la Brigada de Investigación Lanús, con origen en Avellaneda, que sería famosa como El Infierno, y su hermano Luis Alejandro fue guiado en su declaración por el fiscal Pablo Llonto. En ámbas audiencias precedentes rindió testimonio su hermano mayor, Ernesto, estando detenidos solo 2, Miguel Osvaldo Etchecolatz y Jorge Di Pasquale. El resto está de forma cómoda en el hogar realizando ni caso de las audiencias. El 21 de octubre murieron los abogados del policía retirado Miguel Ángel Ferreyro, denunciado por Nilda Eloy como el represor que la violó “repetidamente” en la Brigada Lanús, según notificó a la Corte su letrado defensor sin determinar las causas. Ferreyro murió impune Este juicio oral y público empezó de forma virtual el 27 de octubre de 2020 gracias a la pandemia del Covid-19. Por estos tres centros furtivos pasaron 442 víctimas tras el golpe civil-militar del 24 de marzo de 1976, si bien ciertas de ellas habían sido secuestradas en la Brigada Quilmes antes del golpe. Mucho más de 450 presentes declararán en este juicio. El Juez Oral Federal N° 1 de La Plata que transporta este juicio está que viene dentro por los jueces Esteban Rodríguez Eggers, Walter Venditti y el juez cuarto Fernando Canero, al lado de Basilico. interfaces virtuales gracias a la pandemia, podría ser el canal de televisión La Retaguardia o el Fb de la Comisión Provincial de la Memoria. Se puede conseguir mucho más información en el blog del Programa de Acompañamiento a Pruebas de la UNLP. La próxima audiencia va a ser el martes 23 de noviembre a las 9:00 am.
¡No puedo creer que liberen a Pablo Díaz! ¿Qué les parece si organizamos una protesta?
¿En serio? No entiendo cómo alguien puede apoyar a un criminal. Es hora de que asumamos la responsabilidad y apoyemos a las víctimas en lugar de defender a los delincuentes.
¡Qué locura! ¿Por qué liberan a Pablo Díaz? No me lo puedo creer.
¡No puedo creer que hayan liberado a Pablo Díaz! ¿Dónde está la justicia en este país?
Tu comentario demuestra una falta de entendimiento del sistema legal. Si Pablo Díaz fue liberado, probablemente se debe a que se respetaron sus derechos y no se encontraron pruebas suficientes en su contra. No podemos cuestionar la justicia sin conocer los detalles del caso.
¡Qué locura! No puedo creer que liberen a alguien como Pablo Díaz. ¿En serio?
¡No puedo creer que estén liberando a Pablo Díaz! ¿Dónde está la justicia en este país?