El nivel de exigencia que representa correr en cuestas es mayor que correr en lote plano. Esto supone una mayor intensidad y por consiguiente un mayor EPOC (Efecto Térmico Residual del Entrenamiento) tras el entrenamiento.
Escalar una montaña y lo que nos incentiva a llevarlo a cabo es tan relativo y también intangible que en el momento en que me preguntan por qué razón lo hago, es bien difícil explicárselo a alguien que jamás lo hizo. Pero en este momento que trato de ponerlo en expresiones, pienso que la mejor contestación sería por la satisfacción que te ofrece la cima y la educación (hasta el punto de bastante padecimiento y alguna caída) que te permite el sendero hacia ella, y naturalmente, su ocaso.
Pese a ser inhóspita por naturaleza, la montaña tiene algo que la hace particular, única. Esa inmensidad que nos hace sentir pequeños, el silencio y la paz, y el desafío de opinar que tenemos la posibilidad de conquistarla, por lo menos parte de ella. Eso fue lo que me atrajo de las travesías en la montaña, y mi entrenamiento para correr fue primordial para aventurarme en las escaladas.
Deporte de prominente encontronazo
Si bien el ciclismo y la carrera usan prácticamente exactamente los mismos músculos: isquiotibiales, cuádriceps, glúteos y pantorrillas. La una gran diferencia entre un deporte y otro es que correr es una actividad que desgraciadamente no es para toda la vida, en contraste al ciclismo, que es para toda la vida. Y en este momento explico por qué razón.
No obstante, es dependiente bastante de la condición física, de la carga de entrenamiento que realices, tal como de la constitución física o genética de cada individuo. Has de saber que correr es un deporte de prominente encontronazo, lo que quiere decir que en el momento en que corres, tu cuerpo y de forma especial tus articulaciones se someten a continuos impactos con el suelo, mandando ondas de choque a articulaciones como: tobillo, rodilla y cadera.
¿De qué manera llamas a correr cuestas?
Correr cuesta arriba se conoce como carrera de montaña. Es una manera enternecedora y entretenida de gozar de un deporte al aire libre. Esta especialidad combina agilidad, resistencia y habilidad para correr en terrenos irregulares como caminos, montañas, cuestas, rocas, etcétera. El trail running es una actividad que necesita una preparación anterior y una seguridad correcta para eludir probables lesiones.
Agilidad y resistencia
Una consecuencia directa de lo explicado en el primer punto es la próxima: correr cuesta arriba te deja acrecentar la agilidad y la resistencia.
En lo que se refiere a la agilidad, los músculos que se usan para correr cuesta arriba son exactamente los mismos que se usan para los sprints, con lo que los intervalos en lote inclinado son, por consiguiente, un procedimiento de entrenamiento muy bueno para los corredores