3. ¿Qué provoca que el príncipe feliz se transforme en un ?príncipe triste? argumentar. El príncipe feliz se transforma en príncipe triste en el momento en que es transformado en escultura y puesto sobre una alta columna, lugar desde el que puede ver toda la pobreza que hay en su localidad.
De Oscar Wilde, con ilustraciones de Carlos Nine. Traducción de Jorge Luis Borges. Reseña de Marcela Carranza. «El 25 de junio de 1910 apareció en el períodico El País de Buenos Aires una versión del cuento de Oscar Wilde ‘El príncipe feliz’. El traductor era un niño de diez años llamado Jorge Luis Borges”.
Reseña del cómic “Strange Adventures”, de Tom King, Mitch Gerads y Evan “Doc” Shaner
A lo largo de la primera y segunda guerra mundial, ciertos soldados estadounidenses fueron presentados frente al público como héroes de guerra, emprendieron una da un giro que los llevaría por USA y transformaría su presencia en una suerte de espectáculo circense. Esta práctica era una campaña de marketing para vender una guerra, para financiarla por medio de bonos de guerra, un instrumento financiero que precisaba una aceptable y colorida narrativa para vender, tal como alguien tangible que hubiese hecho enormes cosas. Strange Adventures, anunciado por ECC, abre el telón con una viñeta donde Adam Strange se muestra, se da la mano y nos muestra el libro que lo retrata como el héroe de guerra del mundo Rann. De la misma los soldados que asistieron a vender bonos de guerra, Adam tiene su narrativa, iridiscente al comienzo, llena de inconvenientes conforme avanza la trama. Una urdimbre complicada, que ahonda en la personalidad de Adam y su mujer Alanna y que de a poco se revela como una amplia red de patrañas, medias verdades y manipulaciones de la verdad para brindarnos una soberbia space trabaja donde el drama familiar y el thriller Al estilo Patria se dan la mano vigorosamente. Pero quizás, antes de ingresar en mucho más datos, sea preciso aclarar un tanto quién es Adam Strange.
Como ahora hice en Mr. Milagro, en Strange Adventures Tom King regresa a la carga, sacando del olvido a un menor del cosmos DC para ponerlo bajo los reflectores y convertirlo en una celebridad del noveno arte. Adam Strange fue desarrollado a objetivos de la década de 1950 por Julius Schwartz y Murphy Anderson, apoyado en el personaje John Carter del escritor Edgar Rice Burroughs’ Mars. Adam Strange empieza como un arqueólogo ordinario que es golpeado por un rayo particular que lo transporta a otro planeta. Ese otro rincón tiene por nombre Rann. Allí va a conocer a Sardath, el hombre que inventó el Zeta Beam, inicialmente una manera de comunicación pero, modificada por la radiación espacial, ocasionalmente se transformó en una manera de viajar de la Tierra a Rann. La desventaja de Zeta Beam era que en el momento en que el efecto desaparecía, Adam indudablemente retornaría a la Tierra y debería aguardar a que otro rayo lo alcanzara. Un percance que en las aventuras tradicionales lo metería en varios líos, como ocultar en la mitad de una guerra o en el momento en que se encontraba a puntito de confesarle su amor a Alanna, hija de Sardath y princesa de Rann. Distribuyendo título con otros individuos, desapareciendo y siendo cancelado, mostrándose como secundario y siendo citado por un personaje de la Liga de la Justicia, de esta forma se desarrollarían las aventuras de Adam Strange en el planeta de los cómics, hasta el momento en que en la década de los 90 conseguiría su título con una miniserie que tampoco lo transformaría en un personaje a tomar en consideración. Con Tom King, Mitch Gerads y Evan «Doc» Shaner’s Strange Adventures, Adam entra por la puerta primordial y exactamente en qué dirección.
Lo que hallaron al lado de la escultura del príncipe feliz
Al día después, el alcalde, alertado por múltiples hombres del pueblo, se dirigió a la Plaza del Príncipe.
– ¡Qué horror! ¡Qué temor!- chilló asustado al notar el estado en el que estaba la escultura. ¿Qué sucedió con la escultura? ¿Quién robó las joyas? ¿Y qué hace ahí ese pájaro fallecido? ¡Destroza la escultura en este preciso momento!