Reconciliado con la sociedad que lo maltrataba, Fierro deja el cuchillo y coge la guitarra para ofrecer consejos morales de conducta y vínculos sociales, convirtiéndose en un gaucho «lejos de todo pleito».
El Martín Fierro es una novela de José Hernández con apariencia de poema narrativo y épico que logró del gaucho un mito literario. Fue publicada en 1872 y se considera la novela fundacional de la literatura argentina. En Las aventuras de la China Iron, Gabriela Cabezón Cámara (San Isidro, Argentina, 1968) reescribe la crónica de Fierro dejando charlar a su mujer, un personaje que en el original no posee nombre y era sencillamente algo que se encontraba en la vivienda. No pasa nada si aún no has leído El Martín Fierro, puedes aproximarte a esta clase de continuación y actualización y ofrecerle la vuelta al mito del gaucho: su sentido del humor, el lenguaje, el ritmo y su aptitud para detallar y hacer panoramas le dan una entidad propia a esta novela un poco paródica.
La China Hierro es la mujer de Fierro, quien en la novela de Cabezón Cámara escoge un nombre y toma la palabra para contar su crónica antes, a lo largo de y tras transformarse en mujer del gaucho. “Mis nombres son China, Josephine Star Iron y Tararira en este momento. De ahí de ahora en adelante, me quedo solo, y traducido, Fierro, que no era mío, y Estrela, a quien escogí en el momento en que escogí a Estreya”, la perra que la acompaña durante la novela. El libro de José Hernández de 1872 ahora tuvo su continuación en 1879, La vuelta de Martín Fierro. Las aventuras de China Iron cuenta lo que le pasa a la mujer de Fierro después de que este es reclutado contra su intención para proteger las fronteras contra los indígenas (en el poema, Fierro escapa y se transforma en bandolero y en un personaje marginal al que se une el sargento Cruz). ). Después de que se llevan a Martín Fierro, China escoge dejar a sus hijos con una pareja que sabe que los va a cuidar y se sube al vagón de Elizabeth, una pelirroja escocesa que va tras su marido. La China tiene catorce años en el momento en que se marcha y empieza verdaderamente su historia, y el romance. Tus aventuras tienen tres partes: el desierto, el fuerte y el interior. En la primera, China se aproxima a la escocesa, en este momento Liz, con quien se comunica en una mezcla de inglés y español. Los acompaña la perra Estreya y, en el sendero, recogen a Rosario, una vaquera. Distribuyen carro y comida, sus penas, sus historias pasadas y sus anhelos. La mucho más lamentable es China: jamás conoció a sus progenitores, fue criada por una negra que la mató, escapó por poco de ser abusada por el marido de la negra, se enamoró y después la negra la perdió jugando contra el Martín Fierro. Poco una vez que naciese su primer hijo, Fierro mató a su apasionado. La relación entre Estreya y China es un espéculo de la relación entre China y Liz, por lo menos al comienzo: Estreya, la perra, prosigue a China, que no suelta a Liz, la auténtica capitana, que revela para China que la vida es algo si no alén de golpes y trabajo, que hay luz y exitación, revela otro planeta y asimismo otro lenguaje. Rosario, una suerte de sabio escudero, se aúna al trío sin inconvenientes. Liz tiene un plan, que solo comparte a medias: cortarle el pelo a China a fin de que parezca un niño inmediatamente antes de llegar al fuerte, donde los gauchos son llevados para transformarse en soldados de la patria al cargo del militar Hernández. , quien confesará haber recogido en un libro los versos de uno de sus presos, Martín Fierro.
A los veinte años se unió a las filas antirosistas de Justo José de Urquiza. Más tarde, en 1870, ahora casado y padre de siete hijos, participó en las rebeliones federales al lado de Ricardo López Jordán. Después de un corto exilio en Brasil, trabajó como periodista en El Río de la Plata, El Nacional Argentino y La Capital de Rosario, entre otros muchos, y después logró proteger las ideas federales como diputado y senador.
El mito de Martín Fierro ahogó a José Hernández. La obra riograndense, elevada a la máxima categoría del folclore literario argentino, dejó en la sombra al creador y su quehacer. Y no es casual. La historia liberal, que anteriormente acalló muchos hechos, prosigue cometiendo los errores de dividir al creador de su obra, entre otros muchos errores. Martín Fierro, como categoría estética, es –para ellos– un relato exaltado de aventuras entre gauchos matreros, situaciones bucólicas y especificaciones paisajísticas de luchas con indios en el desierto.
Y Martín Fierro no se comprende sin José Hernández. Martín Fierro es únicamente una expresión de un político incansable que, como periodista, militar, poeta y parlamentario, siempre y en todo momento tuvo una meta: la patria. En el momento en que cayó Rosas en 1852, los liberales han comenzado a controlar el país. Lo estructuran desde el puerto, que les se utiliza para exportar carne, y desde la aduana, que les deja engrosar las arcas tributarias.
Me parece interesante cómo Martín Fierro abandonó su cuchillo, ¡qué cambio tan radical! ¿Qué opinan ustedes?
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¡Increíble! Martín Fierro sin su cuchillo, ¿será el fin del mundo gauchesco? 🤔🔪
¡Vaya historia la de Martín Fierro! ¿Quién diría que abandonar su cuchillo tendría un significado tan profundo?
Martín Fierro es un personaje emblemático pero no veo cómo abandonar un cuchillo tenga un significado profundo. Quizás solo dejó de ser un asesino, ¿pero y qué? Hay historias más interesantes y relevantes para analizar.
¡Wow, qué interesante! Martín Fierro abandonando su cuchillo… ¿Qué creen que significa eso? 🤔 #ReflexionesLiterarias
¡Qué interesante la historia de Martín Fierro! ¿Quién diría que abandonar su cuchillo tendría algún significado?
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No me sorprende en absoluto. Martín Fierro es un personaje complejo y su desarrollo a lo largo de la obra demuestra su evolución. Abandonar su cuchillo es solo una muestra más de su transformación.