Lucifer, o Luzbel, uno de la ciudad de los ángeles preferidos de Dios, fue expulsado del Cielo por sublevarse contra su poder.
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Lanzado a la tierra
La entrada al cielo fue prohibida siglos después, en tiempos de Jesús. Como se cuenta en el Apocalipsis, el sacrificio de Cristo fue primordial para confinarlo en la tierra. En Apocalipsis 12 (La Mujer, el Dragón y el Niño), diríase que Satanás fue derrotado por la sangre del Cordero y después lanzado a la tierra, adjuntado con su ejército, por el Arcángel Miguel. Desde ese momento, ni él ni sus fieles tendrían un espacio en el cielo.
Arcángel Miguel y el ángel caído Zarateman, CC0, vía Wikimedia Commons
La existencia de Lucifer en las escrituras viejas
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Lucifer pertence a los diablos mucho más populares de la historia, gracias a la rebelión que causó fue el antagonista de muchas historias. Ahora se van a nombrar los mucho más importantes:
La palabra hebrea como “Hêlêl” o “Heylel” significa lumínico, portador de luz y hace aparición en la Biblia en el libro de Isaías, en concreto en el capítulo 14. que el conquistador de Jerusalén, cuyo nombre era Nabucodonosor II (Rey de Babilonia), fue culpado a una visión mandada por el profeta Isaías donde reinaba el mal y por esta eventualidad es llamado el “Estrella de la Mañana”.
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Lucifer (“portador de luz”), asimismo popular como Satanás, si bien inicialmente su nombre era Luzbel (“bella luz”). Es el Ángel caído mucho más popular de todos y el que mucho más ocasiones hace aparición reflejado en la Biblia, en contraste a otros que se muestran en el Libro de Enoc.
Lucifer fue desarrollado por Dios como su hijo pródigo. Lo dotó de enorme hermosura, sabiduría y perfección, con el propósito de que fuera él quien organizara al resto de la ciudad de los ángeles.
Satanás y Lucifer: ¿Qué relación los une?
En el momento en que charlamos de este personaje debemos realizar una separación entre la visión cristiana y la judía. Para el cristianismo, Satanás y Lucifer son sinónimos. La única diferencia es que Lucifer se aplica a los querubes, el ángel antes de su caída, y Satanás es el nombre del capitán de la ciudad de los ángeles caídos, el «Príncipe de los Diablos». No obstante, asimismo hay teólogos católicos, singularmente exorcistas, que piensan que son 2 diablos distintas. Lucifer fue la mayor obra de Dios antes que cayese y es un demonio, pero el auténtico ser maligno, el que sobrepasa a todos en maldad es Satanás.
Para el judaísmo Satanás y Lucifer son 2 entidades distintas. Este aspecto contempla a Lucifer como el ángel caído y insolente que comanda a los descarriados, y que merced a su orgullo y ambiciones logró su expulsión determinante del cielo. Pero Satanás, que en hebreo significa “contrincante”, representa al que se enfrenta a Dios, el personaje que jamás fue un ángel, sino más bien por contra, supone la esencia pura de todo mal que puede existir sobre la tierra.
Qué sucedió en el cielo
El interrogante es: ¿de qué manera algo tan especial ha podido salir tan mal? La contestación es orgullo. “Se enalteció tu corazón gracias a tu belleza, corrompiste tu sabiduría gracias a tu esplendor” (Ezequiel 28:17). Satanás empezó a tener un término bastante prominente de sí, en tanto que tenía muchos dones, y empezó a querer para sí mismo el honor que se le daba solo a Dios. El capítulo 14 de Isaías es otro capítulo que nos enseña esto y los versículos 13 y 14 charlan de Lucifer:
“Tú que afirmabas en tu corazón: Voy a subir al cielo; Estableceré mi trono en lo prominente, al lado de las estrellas de Dios, y me voy a sentar en el monte del testimonio, en las zonas del norte; Voy a subir sobre las nubes mucho más altas y voy a ser como el Altísimo”.