Hebe En la mitología griega, Hebe (en heleno viejo ??? H?b?) era la personificación de la juventud, descrita como la hija de Zeus y Hera.
Zeus, el dios indispensable de la mitología griega, se circunda de incontables mitos, incluyendo los de sus matrimonios. Siete son los matrimonios del dios, sin contar las relaciones extramatrimoniales.
Contenidos
- 1 Aparte de los Hijos de Zeus, no te pierdas…
- 2 Hera y la Guerra de Troya
- 2.1 El dios heleno Zeus era el padre de los dioses inmortales y señor del Olimpo. Era el dios de la luz, los cielos despejados y los relámpagos. No obstante, los cuentos mitológicos detallan que, indudablemente, tenía una enorme debilidad: cedía todo el tiempo a los efectos de la hermosura divina y terrenal.
- 2.2 Un matrimonio lleno de riñas
Aparte de los Hijos de Zeus, no te pierdas…
Si te ha dado gusto comprender a los hijos de Zeus con nosotros, no te pierdas las sugerencias que te garantizamos. ¡Seguramente se ven atrayentes! Si deseas entender otras figuras importantes de la mitología griega, no te pierdas nuestra entrada encargada de los dioses helenos. Además de esto, si deseas pensar sobre esto, te aconsejamos que no te pierdas estas Oraciones de la Mitología Griega y, si tienes tiempo de leer, esta compilación de Libros de Mitología Griega.
Los mitos atribuyen a Zeus mucho más de 60 hijos que a veces cambian según los narradores y las temporadas. ¿Conocías a los hijos de Zeus que te mostramos? ¿Sabías que los mitos explicaban por qué razón era tan prolífico? Leeremos sus comentarios con gusto. 🙂
Hera y la Guerra de Troya
Ella se complacía de ser realmente bella, rivalizando con Atenea y Afrodita por la conocida «Manzana de la Discordia».
Enojada con el príncipe troyano Paris por elegir a Afrodita, diosa del amor, a ella, Hera asistió a los helenos en la guerra de Troya y no se calmó hasta el momento en que Troya fue destruida.
El dios heleno Zeus era el padre de los dioses inmortales y señor del Olimpo. Era el dios de la luz, los cielos despejados y los relámpagos. No obstante, los cuentos mitológicos detallan que, indudablemente, tenía una enorme debilidad: cedía todo el tiempo a los efectos de la hermosura divina y terrenal.
La mitología afirma que Hera fue la tercera y última mujer de Zeus. Hera era la más esencial de las diosas olímpicas y, como Zeus, era la hija mayor de Kronos y Presa. Por ende, Zeus y ella eran hermanos. Homero afirma que su amor fue el resultado de una atracción que brotó desde la niñez y que sucedió a espaldas de sus progenitores a lo largo de 300 años antes de su unión determinante y formal. Para muchos, Zeus y Hera se casaron en el Jardín de las Hespérides, donde la primavera era interminable. Otros, como Homero, aseguran que ha podido ser en el monte Ida en Frigia (de hoy Turquía), o en la cima del Gárgaro.
Del amor de Zeus y Hera nacieron 4 hijos: Hefesto, el señor del fuego y las forguas, Labres, el deos de la Guerra, Ilitía, la diosa de los nacimientos y las comadres, y Hebe, protectora de la juventud. No obstante, Zeus tuvo tantas amantes que semeja que la mayor parte de las familias en la historia de historia legendaria helénica estaban similares con él. Si bien en ocasiones se ganaba a sus novias con sus encantos naturales, Zeus utilizaba sus poderes siempre y cuando lo precisaba. Cambiado de manera incontables ocasiones; se transformaba en sátiro, toro, cisne o serpiente y de esta manera conseguía aplacar sus impulsos mucho más primitivos.
Un matrimonio lleno de riñas
La divina pareja fue feliz por un tiempo y tuvo 3 hijos muy visibles: Labres (Ἄρης), Ilithiia ( Εἰλείθυια) y Hebe (Ἥβη). Labres es el dios de la guerra, Illithia la diosa del parto y las comadres, y Hebe la diosa de la juventud y ayudante de los dioses.
Pero la verdad es que el matrimonio se encontraba culpado al fracaso. Zeus era un seductor que de forma continua engañaba a su mujer con otra gente. Para Hera, la lealtad era fundamental, en tanto que por algo personificaba los valores habituales del matrimonio. Se sintió totalmente humillada y consumida por los celos. La sed de venganza se apoderó de ella, castigando a todas y cada una de las fanáticos de su marido ahora los hijos nacidos de esa relación.