Argos (hijo de Zeus)
El nacimiento de Zeus
Si bien la niñez de la primera generación de dioses olímpicos no fue interesante, la del pequeño Zeus es una historia de desafíos y superación de óbices con final feliz. Zeus era el mucho más pequeño de los hijos de los colosos Reia y Cronos, siendo este último el mucho más poderoso de todos y señor del cosmos. Pero la verdad es que no pudimos premiarlo como padre del año: una vieja profecía señalaba que su hijo lo destronaría y tomaría el control de todo el mundo. Chrono desconfiaba de sus descendientes, con lo que decidió devorarlos tan rápido como naciesen. Presa vivía con angustia cada nuevo embarazo pues sabía cuál sería el destino digestivo de sus bebés.
Mientras que aguardaba el sexto, Presa tramó un plan. Este hijo no sería la merienda de Crono. Su misión era salvarlo y, llegado el instante, dejar en libertad a sus hermanos. Para conseguirlo, solicitó asiste para sus progenitores -Gea, la tierra y Urano, el cielo- quienes la llevaron a la isla de Creta. La abuela Gea creó una exclusiva gruta, famosa como la gruta de Dicte (Δικταίο Άντρο), donde nació el niño y continuó escondido. En el momento en que el hambriento Cronos vino a reclamar su presa, Presa le entregó una piedra vendada llamada ónfalo (ὀμφαλός), que Cronos se tragó sin entrar en dudas.
Equivalencias entre los dioses helenos y romanos
Los romanos adoptaron casi todo el panteón de los dioses helenos, reverenciando en especial intensamente a las Diosas y Dioses Olímpicos. No obstante, más allá de que respetaron en buena medida la mayoría del canon de la mitología helénica, un aspecto particularmente que debemos indicar es que los romanos renombraron a todos y cada uno de los dioses helenos y les brindaron nombres mucho más similares al idioma latino. No obstante, las historias, los orígenes y las opiniones sobre ellos se mantuvieron parcialmente iguales.
Producto primordial sobre equivalencias entre dioses helenos y romanos.
Un dios aventurero en el cariño
Como vimos, Zeus era un dios poderoso, pero asimismo muy aventurero en el cariño. Merced a sus múltiples relaciones, tanto con deidades como con fatales, tuvo descendencia, dioses, héroes y semidioses que fueron esenciales para la mitología griega.
El dios del cielo, el relámpago y el trueno, la justicia y la ley supuestamente no solo era el responsable de reinar sobre los dioses y velar por el cosmos, sino más bien asimismo del amor, representado en sus aventuras con múltiples personalidades.
¿Quién es mucho más fuerte Atenea y Zeus?
Es simple imaginar quién ocupa el top de este top. Zeus Cronida, padre de hombres y dioses y señor del Olimpo es indudablemente el dios mucho más poderoso de todos y cada uno de los que habitan el Olimpo.
¿Quién es mucho más fuerte Labres o Atenea? Labres la consideraba enclenque, pero como afirma el refrán, la capacidad es preferible que la fuerza, y Athena siempre y en todo momento ganaba el juego. Padeció su derrota mucho más humillante en Troya. Hera le suplicó que luchara del lado de los helenos, pero Labres favoreció a los troyanos, puesto que Atenea apoyó a los oponentes.
Culto a Zeus
En la vieja religión griega, Zeus era el dios arquetípico, omnipotente y supremo, que desempeñaba un papel del sol (lo apodaban “colector de nubes”) en la civilización, solicitado de para dirigir el cosmos y también impartir justicia suprema entre los dioses.
Si bien fue reconocido como el dios primordial del panteón olímpico en toda la Vieja Grecia y sus colonias (desde Sicilia hasta Asia Menor), su culto jamás fue tan habitual como el de otras deidades inferiores, consideradas patronas locales en distintas ciudades. y zonas.