La dirección escogió a este personaje por el hecho de que nos enseña valores universales como el cariño, la amistad, la especialidad, la seguridad, entre otros muchos, y antivalores que debemos remover como la envidia, la avaricia y la vanidad.
Una lectura moderna de “El ruiseñor y la rosa”.
El cariño es una flor fantástica, pero se debe tener el valor de proceder a procurarlo al filo de un horrible precipicio. Stendhal
Valores que puedes trabajar con el cuento de Oscar Wilde ‘El príncipe feliz’
Con este cuento, ‘El príncipe feliz’ trabajarás:
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- El valor de la amabilidad supone ofrecer amor desinteresadamente.
- Generosidad. Un valor que supone dar lo mucho más apreciado para nosotros para llevar a cabo contentos a el resto.
- Empatía. Ese enorme obsequio de ponerse en el sitio del otro para comprender cuáles son sus pretensiones.
- El sentimiento de justicia. El príncipe no se encontraba contento pues veía una enorme desigualdad y una tremenda injusticia en la localidad.
Se acostó conmigo ayer de noche o qué, por el momento no me saluda
Quien emplea este dicho halla una manera satisfactorio de mencionarle a alguien que no lo saludó en el momento en que deberían y que en general es de mala educación no llevarlo a cabo.
El día de hoy habitamos una sociedad en incesante cambio y, a veces, carente de valores. De ahí que, es primordial hoy día tener algunos valores personales y hacerlos una parte de nuestra vida desde temprana edad.
La educación en valores es primordial y también indispensable en cualquier etapa de la vida, pero cobra particular importancia en edades mucho más tempranas. Los valores hacen que la gente se comporten tomando las resoluciones adecuadas sin perjudicarnos a nosotros ni a quienes nos cubren. Pero no es una labor simple, en tanto que no radica sencillamente en trasmitir entendimientos teóricamente. Es una cuestión de actitud, y la base para mover ciertos valores comienza en el ambiente mucho más próximo del niño, como la familia o la escuela. Sabiendo que debemos amoldarnos a las peculiaridades y pretensiones de cada niño, tenemos la posibilidad de iniciar por desarrollar la autovaloración, la empatía y la conciencia de los inconvenientes del resto, para promover el respeto por los valores desde los primeros años de vida.
Educar en valores a los pequeños no es moco de pavo, pero es requisito. Es primordial partir de casa, no solo mediante los cuentos y los cómics, sino más bien del ejemplo de los progenitores, abuelos,… puesto que son figuras importantes para ellos. El castigo no en todos los casos es la herramienta mucho más educada a fin de que los pequeños efectúen actos apropiados. Es preferible mostrarles lo que es acertado con el ejemplo.