19 En la multitud de mis intranquilidades en mí, tus consolaciones alegran mi alma. 20 ¿Va a hacer coalición contigo el trono de la iniquidad, que trama el mal por decreto? 21 Se juntan contra la vida de los justos, Y condenan la sangre inocente.
En la mitad de las intranquilidades que llenan mi cabeza, me das consuelo y alegría SALMO 94:19. En ocasiones nuestra cabeza se transforma en un enemigo, nos dejamos llevar tanto por las intranquilidades que acabamos pensando en cosas que no sucedieron, jamás olvidemos a Dios, que nos llena de consuelo, da paz a nuestra alma a fin de que quizás precisemos localizar la salida a eso que en la actualidad nos oprime.
Ansiedad local
No son solo los inconvenientes masivos los que tienen la posibilidad de ocasionar preocupación. Me percato de que existen muchas causas para la ansiedad en mi vida, así sea preocuparme por mis hijos y su porvenir, la salud de mis amigos o inconvenientes en el trabajo. El temor puede mostrarse en cualquier sitio y cualquier ocasión. Estoy tan agradecida de que la Biblia esté llena de versículos para batallar la ansiedad y el temor.
Me incita leer que los enormes héroes de nuestra fe han luchado contra la ansiedad. Elijah escapó con temor tras su victoria más esencial. Moisés tenía bastante temor de llevar a cabo lo que Dios le solicitaba, y Gedeón se ocultó de sus contrincantes en el momento en que Dios lo llamó. No obstante, en estas situaciones, Dios se aproximó a cada uno para fortalecerlos y animarlos. Les prometió que estaría con ellos y los apoyaría en lo que hacían.
Siempre y cuando dije: «Mis pies resbalan», tu amor, Señor, vino en mi asistencia. En la mitad de las intranquilidades que pueblan mi cabeza, me das consuelo y alegría. —Salmo 94:18-19 DHH94PC
Siempre y cuando dije: «Mis pies resbalan», tu amor, Señor, vino en mi asistencia. —Salmo 94:19-18
Como humanos, somos imperfectos y, como resultado, nos encontramos premeditados a resbalar aquí y allí. Está bien. El planeta no acabará solo pues te resbalaste. Recuerda Salmo 94:18-19, Dios fué leal, te ha ayudado, te va a dar gozo y consuelo
Rahab en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, Rahab del El libro de Josué se cita como un caso de muestra de personas de fe y buenas proyectos. Rahab es referida como «una ramera» en todos estos pasajes.
En el Evangelio de Mateo se relata una ortografía diferente del nombre como 2 ancestros de Jesús (Mateo 1:5). Se casó con Salmón de la tribu de Judá y fue madre de Booz.