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Qué dice Gálatas 1 10

diez ¿Estoy en este momento persuadiendo a los hombres oa Dios, o trato de agradar a los hombres? Por el hecho de que si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

Bueno, ¿busco en este momento el favor de los hombres o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Por el hecho de que si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

El planeta de hoy nos invita poco a poco más a procurar vivir la vida de lo que de todos modos no somos: excesos, dinero, pelea por la popularidad, desinterés por los que nos cubren, individualismo.

ESQUEMA PARA LA PREDICACIÓN

I.- EL ORIGEN DIVINO DEL ÚNICO EVANGELIO (Gálatas 1:11-12)

  • A.- NO de los hombres, la tradición o invención
  • B.- La cruz siempre y en todo momento fue el plan de Dios A (Hechos 2:22-24)

Enseñanza: La autoridad y las enseñanzas de Pablo tenían su origen en Dios y de esta forma ha de ser cada profesor de la Palabra ser. La única diferencia entre Pablo y nosotros es que él recibió esta palabra de manera directa de Cristo y nosotros la nos llega de la palabra revelada.

“Ya que deseo que sepáis, hermanos, que el evangelio que fué predicado por mí, no es según hombre. Por el hecho de que no lo recibí de absolutamente nadie, ni me fue enseñado, sino más bien por revelación de Jesucristo.” – Gálatas 1:11-12 –

Aquí, Pablo suaviza un tanto su lenguaje y se dirige a los gálatas como hermanos. Pablo había estado con ellos hacía poco tiempo y les había predicado el Evangelio como mensaje de salvación, por felicidad en la persona de Cristo. En este momento está destacando algo que había empezado a decirles en Gálatas 1:1, que el evangelio no se produjo con el hombre y no es según el hombre para emplear su terminología. En otras expresiones, el evangelio no es el sendero de salvación que el hombre ha soñado, sino es el sendero de salvación que Dios ha proveído para el hombre. El resto religiones representan el sendero trazado por el hombre hacia una supuesta salvación; el hombre crea ese sendero que lo llevaría a Dios, pero en el final es el sendero de la desaparición. En el cristianismo, la salvación viene de Dios y, por consiguiente, es Dios quien busca al hombre y le da un sendero.

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