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Qué dice la Biblia acerca de los sueños

Dios creó el sueño para asistirnos a renovarnos, recargarnos para el día después y como una ocasión para reposar. El sueño es fundamental para una aceptable salud en un largo plazo, un óptimo estado anímico y nuestro estado físico general.

¿Es bíblico opinar que Dios charla mediante los sueños?

Es bíblico opinar así pues la Biblia nos enseña por medio de múltiples pasajes que Dios mencionó a ciertos integrantes de su pueblo mediante este medio. Podemos consultar el próximo pasaje bíblico como un ejemplo:

No obstante, Dios charla de una o 2 formas; Pero el hombre no comprende. Por el sueño, en la visión nocturna, En el momento en que el sueño cae sobre los hombres, En el momento en que se adormecen en cama, Entonces revela en el oído de los hombres, Y apunta su consejo, Job 33:14-16

los sueños lúcidos son como en ?

No hay nada inherentemente pecaminoso en los sueños lúcidos. Soñar Espiritualmente, lo más esencial de los sueños lúcidos es de qué manera los aborda. Tras un sueño lúcido, puede ser un pecado o una bendición, en dependencia de de qué manera escojas verlo.

Si te enfocas en los sueños lúcidos como un medio para proseguir tu agenda lejos de Dios, caerás en el pecado en el desarrollo. Jamás tienes que utilizar los sueños lúcidos para la adivinación, de los que la Biblia advierte en versículos como Levítico 20:27 y Deuteronomio 18:diez-12. Si lo realiza, puede empujarlo a prácticas escondes, exponiéndolo a ser bajo la influencia y dañado por espíritus no fiables. Confiar en Dios, quien diseñó tu cabeza, es fundamental en el momento en que andas soñando.

¿Quién interpreta los sueños según la Biblia?

¿Quién interpreta los sueños según la Biblia?

La Biblia muestra un enfoque diferente a la interpretación de los sueños. Para la Biblia, solo hay un intérprete de los sueños, Dios mismo. La Biblia garantiza que todos y cada uno de los sueños tienen su origen en Dios, quien nos revela sus proyectos mediante los sueños.

Contarle a Dios nuestras pretensiones y angustias.

En el momento en que nos encontramos deseoso, la primera cosa que debemos llevar a cabo es contarle a Dios nuestras pretensiones y angustias y darle las gracias todas y cada una de las ocasiones que nos ha ayudado anteriormente. Este ejercicio de rememorar la provisión pasada de Dios puede ofrecernos mayor seguridad en que Dios nos proveerá más adelante. Esto aumentó la seguridad en la intención y la aptitud de Dios para contribuir a aliviar nuestros corazones y aliviar nuestras psiques deseosas.

Aparte de contarle a Dios nuestras pretensiones y angustias y ofrecer gracias, puede ser realmente útil realizar un esfuerzo concertado para meditar en algo nuevo a eso que nos preocupa. Conque si te preocupan las intranquilidades sobre tu trabajo o tus relaciones, piensa en otra cosa. De nuevo, el apóstol Pablo tiene un consejo para nosotros: “En cuanto al resto, hermanos, todo cuanto es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo cuanto es de buena reputación, si hay excelencia, si hay hay algo digno de alabanza, en estas cosas pensad” (Filipenses 4:8). Este pequeño consejo viene inmediatamente después de los versículos precedentes sobre ofrecer todo a Dios en oración y ofrecer gracias. Si te quedas despierto durante la noche pensando en esto o aquello, entonces decídete a meditar en otra cosa. Abre la Biblia o un libro verdaderamente bueno y lee por un rato. Redactar una carta a un amigo. Limpia tu casa. Organiza los utensilios en el cajón de tu cocina. Piensa en los rechistes que has escuchado. Si hay algo positivo y apreciado en lo que logres ocupar tu cabeza en vez de esos pensamientos alarmantes que te sostienen despierto, piensa en esas cosas.

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