Jesús sintió temor, angustia y tristeza hasta la desaparición. Eligió a tres compañeros, pero próximamente se durmieron, y decidió rezar solo: «Esta hora puede pasar de mí; separa de mí esta copa… Pero, Padre, hágase tu intención”.
Temor, tristeza, degradación, abandono y frustración fueron solo ciertas conmuevas que debió sentir Jesús desde el instante en que fue detenido la noche del Jueves Santurrón en Horto das Oliveiras hasta el día de hoy en que murió en cruz, el viernes beato .
Para investigar el aspecto sensible de Jesús, O Visitador charló con el Dr. Nilde Cordoliani Alvarado, ex- decana y maestra de psicología de la Capacitad de Posgrados de la Pontificia Facultad Católica de Puerto Rico (PUCPR), Campus Ponce, quien explicó que es por medio de las conmuevas que uno puede ver que Jesús, si bien era el Hijo de Dios , en los 33 años que vivió en la tierra, lo logró como un auténtico hombre.
La naturaleza humana y divina de Jesús de Nazaret
Según el Libro del Génesis: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Gén 1, 27). El Evangelio de Juan nos comunica: «Y el Verbo se realizó carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de felicidad y enserio» (Jn 1, 14). Jesucristo es verdadero Dios, pero asimismo es verdadero hombre. Esta particular naturaleza provoca que su contestación física a los estímulos externos sea considerablemente más pronunciada que la de algún otro sujeto, y por este motivo su calvario excedió los límites de lo que tenemos la posibilidad de comprender como «padecimiento».
Como unión impecable de lo humano y lo divino, Jesús experimentó las pasiones conforme su humanidad lo impulsaba. No obstante, lejos de ceder a los instintos mucho más bajos de los nacidos bajo el yugo del pecado original, las conmuevas de Cristo fueron gestionadas armónicamente por la razón y el espíritu. El Santurrón Dom Columba Marmion expresa este secreto así:
La Biblia y la ansiedad
Se hacen indagaciones francas para entender nuestros inconvenientes y conseguir una solución. No obstante, semeja que olvidamos en la iglesia que Dios nos dió una vigorosa provisión espiritual para llevar a cabo en frente de esta vida a través de la fe en Él y Su Palabra (2 Pedro 1:3; Jeremías 2:13).
Una de las razones por las cuales las disciplinas seculares ganan lote en la opinión de la multitud (y de varios fieles) es pues el lenguaje que emplean tiene dentro declaraciones espectaculares y apropiadas (aun espirituales) que semejan detallar su experiencia y llevan a la gente a identificarse con él. No obstante, una de las razones por las cuales la Biblia fue redactada de la manera en que fue redactada es a fin de que tengamos la posibilidad identificarnos con lo que está allí. De ahí que el Apóstol Pablo acabó su carta a los Romanos con estas expresiones: