Del latín hostis (?contrincante?, ?enemigo?), hostia es un ejército en campaña. Las huestes, por consiguiente, son los bandos o tropas en combate. El término se usó en la Edad Media para designar a los hombres armados que formaban un ejército para proceder a la guerra o efectuar una expedición.
La noche del nacimiento de Jesús, un ángel anunció la buena novedosa a los pastores en los campos de Belén. “De súbito apareció una enorme multitud del ejército celestial con el ángel” y se unieron para loar a Dios (Lucas 2:13). La mayor parte de los himnarios tienen dentro «La doxología», entre los enormes himnos de la fe, y esta canción incluye la oración «Alabadle en las alturas, ejército de los cielos». En los dos contextos, las huestes divinos son los beatos ángeles de Dios que habitan en la existencia de Dios.
Esencialmente, la palabra anfitrión tiene relación a un elevado número de individuos o un ejército. Cambiada por la palabra celestial, la hueste se transforma en un elevado número de seres angélicos que forman un ejército celestial bajo el mando de Dios. Hay un rastro de rango y orden, de compañías y divisiones en esta hueste celestial. Las huestes divinos fueron construídas por Dios y son controladas por Dios.
¿Qué es el ejército de Jehová?
¿Qué es lo que significa hueste angelical?
La Hueste Angélica fue una capacitación de las Hermanas Serafín de los Seguidores Sororitas que acompañaron a Santa Celestina antes de la aparición de la Enorme Fisura.
¿Qué conjunto popular se vio obligado a conformar ejércitos?
¿Quién era el auténtico líder de las huestes de Israel?
En los contenidos escritos bíblicos mucho más viejos, Yahvé hace aparición como un habitual «dios guerrero» del Próximo Oriente, adelante de una hueste divina; los ejércitos del Señor, contra los contrincantes de los hijos de Israel.