Negociar con Egipto fue entre los fallos mucho más graves que cometió Salomón pues Egipto representa el tiempo de la esclavitud, del padecimiento, de la vida vieja a la que no hay que regresar. En el momento en que Dios libera a su pueblo de Egipto, les ordena que jamás retornen allí. Este es el mandamiento de Dios para nosotros asimismo.
Hoy iremos a investigar la saga del rey Salomón de Israel, las resoluciones que tomó, el encontronazo que tuvo y el legado que dejó. ¿De qué forma impactó Salomón en la historia del Viejo Testamento? ¿Cuáles fueron ciertos acontecimientos históricos y culturales que influyeron en el reinado de Salomón? ¿Y cuáles son los primordiales temas bíblicos desarrollados cerca de quién es Dios en la narración de Salomón, y de qué manera se tienen la posibilidad de utilizar estas verdades en nuestro planeta moderno? Observaremos que el rey Salomón fue un ejemplo evidente de de qué forma Dios bendice y llama a los que quiere, pero nuestra propensión al pecado y al orgullo confunde aun a los mucho más amados por Dios. Todo lo mencionado apunta a la necesidad del salvador Jesucristo. El rey Salomón fue testigo de la amabilidad de Dios y del engaño del pecado. Pero observamos que, en el final, Dios tiene la victoria final aun en la vida del rey Salomón.
Salomón fue el último hijo que tuvo el rey David a lo largo de su historia, y Salomón fue el resultado del matrimonio de David con Betsabé, la mujer que había tomado de otro hombre, a quien había matado (2 Samuel 11 NVI). Salomón era hijo de la vejez de David. David se encontraba agotado de la guerra incesante en el reino, con lo que llamó a su último hijo «Salomón», que significa «pacífico» (Diccionario de la Biblia de Smith). Natán lo llamó «Jedidiah», que significa «amado de Dios», que hace eco del nombre de David «amado» (Diccionario de la Biblia de Smith). Natán cuidó y crió a Salomón adjuntado con David y su corte. En el momento en que David era muy adulto mayor, uno de sus otros hijos, Adonías, trató de reclamar el trono de Salomón, pero fracasó y Salomón fue nombrado rey de Israel.
Dios deja a Salomón
La crónica de Salomón comienza realmente bien. Comenzó a reinar con humildad y distribución.
En Gabaón, Dios se le apareció en un sueño y también invitó a Salomón a soliciar lo que quisiese. Salomón agradó a Dios con su contestación: «Dame sabiduría para gobernar bien a tu pueblo».