Un príncipe, como una parte de las virtudes que debe tener, es ser desconfiado, o sea, no confiar en absolutamente nadie, y tener buen ojo para seleccionar a sus amigos. Además de esto, un príncipe siempre y en todo momento ha de ser digno de un caso de muestra a proseguir y, más que nada, ser respetado.
miércoles, 8 de marzo de 2023
El príncipe Guillermo ha asumido una suma importancia en la familia real británica. Diríase que desde la desaparición de la reina Isabel II, se convirtió en el primordial asesor del rey Carlos III. Pero no todo el planeta agradece este papel que ha conseguido. Se se teme que esto lleve al padre por un sendero sin retorno.
Qué es el Síndrome del Príncipe Cautivador
En contraste al síndrome de Cenicienta, que sucede solo en mujeres, este trastorno puede suceder en los dos sexos. Quienes sufren el síndrome del príncipe azul imaginan a su pareja ideal como un individuo especial, prácticamente sin defectos y con un carácter o personalidad que encaja perfectamente con la suya. Además de esto, como solicitan poco, piensan que esta pareja va a tener una hermosura muy sobre la media, una enorme sabiduría y una aceptable situación popular y económica.
Los damnificados por el Síndrome del Príncipe Azul procuran inconscientemente a alguien como su padre (si son mujeres) o como su madre (si son hombres), por el hecho de que ven en ellos a la persona impecable: los progenitores son afables y tratan a sus hijas como princesas, al tiempo que las mamás cuidan y resguardan a sus hijos.