Apolo asimismo se enamoró de Casandra, hija de Hécuba y Príamo, y media hermana de Troilo. Apolo le prometió a Cassandra el don de la profecía para cautivarla, pero ella lo rechazó.
Siempre y cuando hay una competición deportiva, o sencillamente viendo representaciones viejas de triunfadores, siempre y en todo momento hay algo en común: una corona de laurel en la cabeza del ganador. La mitología griega tiene una explicación para este suceso. Raramente, se produce desde una historia amorosa infeliz.
Apolo, hijo de Zeus y Leto, se consideraba el dios de la música, la poesía, la luz e inclusive las artes de la adivinación. Durante su vida, tuvo múltiples romances con fatales, ninfas y diosas.
Apolo en la mitología
Apolo fue el personaje principal de un sinnúmero de mitos, ciertos de ellos relacionados con el movimiento de las estrellas, como conductor del carro del sol. Otros mencionan a la metamorfosis y comentan el origen de plantas y animales. En medio de estos últimos se tienen la posibilidad de refererir:
- Enamorado de la ninfa Dafne, que no le correspondía, la persiguió por el bosque hasta el momento en que ella, sintiéndose atrapada, solicitó a su padre, el dios de los río Peneo, para asistirla a huír del dios. Peneus entonces la convirtió en el árbol de laurel. En su memoria, Apolo empezó a llevar una corona de hojas de este árbol.
- Jacinto, un joven amado por Apolo, muere en un incidente causado por el viento Céfiro quien asimismo lo amaba y se encontraba receloso. A fin de que su alma no fuese reclamada por Hades, el dios lo convirtió en la planta que transporta ese nombre.
El nacimiento de Hermes y la lira
Hermes, hijo de Maia y Zeus, nace en el monte Cilene donde su madre lo resguarda de Hera, pero poco después Hermes escapa a Tesalia, donde pastoreaba Apolo; en un instante, Hermes hurta múltiples de las vacas de Apolo y se oculta en una gruta donde crea la lira, empleando el caparazón de una tortuga y los intestinos de las vacas; Al darse cuenta del hurto, Apolo asiste a Maia, pero ella no le cree, entonces Zeus intercede en pos de Apolo, en ese instante Hermes empieza a tocar la lira; Apolo, apasionado de la música, quedó impresionado por la hermosura del instrumento y los tonos tocados por Hermes, con lo que disculpa al niño, da ciertas de sus vacas en lugar de la lira, desde ese momento Apolo y Hermes intercambian animales por instrumentos. Apolo es popular por su amor por la música, tocando múltiples instrumentos, no obstante, la lira es su instrumento preferido.
El culto a Apolo se extendió por Grecia y Asia Menor, en especial en Delos y Delfos. El templo de Delfos era el centro de culto, era popular por su oráculo, el que se festejaba solo un día por mes, el séptimo día en honor a Apolo, más tarde, el oráculo se amplió en tanto que bastante gente asistían en pos de respuestas y inspiración. . Conforme se extendió su culto, asimismo se dieron a conocer mucho más santuarios, como el Templo de Apolo en Apolonia, el templo en Corinto, Arcadia y Etolia. De las frases brindadas en el templo se guarda la próxima oración:
Claves para comprender el mito de Apolo y Dafne
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- Quién es Apolo? : El dios de la poesía, las artes y la música, según la mitología griega.
- ¿Quiénes fueron sus progenitores?: el dios Zeus y la hija de los colosos Leto. Los dos tuvieron a los gemelos Apolo y Artemisa.
- ¿Quién es Daphne?: Una bella ninfa que escogió la castidad.
- ¿Quién castiga a Apolo y por qué razón?: Eros, dios del amor, castiga a Apolo por burlarse de él.
- ¿Cuál fue el castigo?: Con sus flechas, Eros logró que Apolo se enamorase de Dafne y ella lo odiara.
- ¿Exactamente en qué árbol se transforma Daphne?: Un árbol de laurel.
- ¿Qué tradición inspira este mito?: La de dar una corona de laurel a los triunfadores en los deportes y las artes.
- ¿Dónde hace aparición este mito?: En las Metamorfosis de Ovidio.
Emplea el mito de Apolo y Dafne para pensar sobre:
La venganza de Eros
Como venganza por esta degradación, Eros prometió vengarse y le ha dicho a Apolo: «Si bien tu arco atraviese todo lo demás, el mío va a pasar mediante ti, y en exactamente la misma medida en que todos y cada uno de los animales son inferiores a la divinidad, tu gloria es menor que la mía».
La venganza de Eros se cumplió: disparó 2 flechas, una de ellas con punta de oro, que tuvo el efecto de ocasionar el cariño a quienes lo lastimaban. El otro, con una punta de plomo, que tuvo un efecto absolutamente contrario, esto es, provocó la imposibilidad de tener deseos y sentimientos cariñosos.