Apolo era un considerable dios heleno asociado con el arco, la música y la adivinación. Epítome de la juventud y la hermosura, fuente de vida y curación, patrón de las artes y tan refulgente y poderoso como exactamente el mismo Sol, Apolo era indudablemente el mucho más amado de todos y cada uno de los dioses.
Los Ainu piensan que todo en la naturaleza tiene un espíritu divino o “kamui” en él. Los Kamui son espíritus que habitan el Kamui Moshir o tierra de los espíritus. Los Kamui se mueven libremente entre los Kamui Moshir y los Ainu Moshir, dando vida a todo cuanto circunda a los humanos. Siempre y cuando los humanos (Ainu) utilizan plantas o animales para vestirse o alimentarse, tienen que agradecer al kamui que visitó su planeta para traer sus bendiciones, con lo que efectúan liturgias para mandar el espíritu benefactor de regreso al Kamui Moshir.
Cada Kamui tiene un rango. El más esencial es el que se disfraza de oso para conocer el planeta humano. El búho kamui asimismo es de prominente rango.En la tradición oral de los ainu están los «kamui yukar» o cantos en los que se «imitan» los cantos de los dioses. En el canto del dios búho, su canto está representado por una oración:
Medites teológicas sobre el papel de la música en el culto
La música y el canto prosiguen jugando un papel escencial en la vida de la gente de Dios el día de hoy. La civilización moderna y la tecnología actualizada traen novedosas opciones y nuevos retos al ministerio musical de la iglesia. La vida de la gente está cercada de música: televisión y radio, música de fondo de los juegos para videoconsolas, música de fondo de los centros comerciales, disco compacto y sintetizadores. No obstante, la mayor parte de las ocasiones, la música marcha como «fondo» en vez de una ocasión para percibir con seriedad, y bastante menos para formar parte. Fuera de la iglesia, hay escasas oportunidades u ocasiones en la civilización estadounidense a fin de que la gente canten juntas. Una gran parte de la música habitual (incluyendo la música cristiana habitual) que se compone hoy día está destinada a la interpretación mucho más que a la participación.
La Iglesia asimismo tiene mayor ingreso y apertura a una mayor pluralidad de música: desde la himnología tradicional hasta el rock católico, desde las cantatas de europa hasta los coros sudafricanos. Esta variedad ha de ser bienvenida y conmemorada; refleja la variedad y riqueza de la creación de Dios. Pero la mayor pluralidad y selección de música pide un mayor discernimiento y precaución en la planificación y ejecución del ministerio musical de la iglesia. el pueblo de Dios canta; qué canta y de qué forma canta son cuestiones esenciales.